viernes, 28 de junio de 2013

Haciendo cestos

¡Pero qué mala es la envidia! :). Y es que siempre me pasa igual, en cuanto me llaman de algún sitio para impartir un curso de mimbre me entran a mi también las ganas de hacer cestos.

Así que desde hace dos semanas que comencé el curso de mimbre en Villota, aquí estoy, con un cesto que por un lado lo quiero hacer, y por el otro no hago más que decir que quién me mandaría empezarlo, porque ahora lo tengo que acabar, ¡con todas las cosas que tengo empezadas y a medio hacer!. ¡Siempre hago lo mismo!

Y es que ya he hecho la base, pero ahora viene lo peor, las paredes, no porque sea difícil, que no lo es, sino porque hasta que coge forma es un poco lioso con tantas mimbres y tan largas, y da un poco de pereza meterse con ello.

Pero a pesar de todo aquí tenéis mi cesto empezado, y espero acabarlo en un par de días. Cuando lo haga prometo que os lo enseñaré.

Primero remojamos la médula:

 cesto de mimbre

Comenzamos la base: 

 cesto de mimbre 

Seguimos tejiendo:

cesto de mimbre

Continuamos por la pared:

cesto de mimbre

Y aquí tenéis todo el lío:

 cesto de mimbre
cesto de mimbre

Y no, no he empezado a meter patatas con el cesto sin acabar jajaja, lo que veis dentro es una piedra, porque si no la meto el cesto se me vuelca por el peso de todo "ese lío".

jueves, 27 de junio de 2013

Piruletas de pan con lacasitos

¿Habéis jugado alguna vez al teléfono estropeado? Si es así entenderéis como una idea inicial puede degenerar hasta transformarse en otra.

¿Qué porqué os digo esto? Pues porque eso es, ni más ni menos, lo que me pasó con esta receta. Un día cogí un par de lacasitos y me los llevé a la boca con un pedazo de pan, ¡y jo, qué rico! era el sabor de toda la vida de pan con chocolate, así que se me ocurrió hacer eso, un panecillo pequeño con lacasitos en su interior para que merendaran los niños.

piruleta de pan con lacasitos

Me pareció buena idea, ¡para que lo vamos a negar!, porque al fin y al cabo es algo más que un simple bocadillo de chocolate. Los bocadillos de pan con chocolate son raros, al menos para mi, porque parece que el pan va por un lado y el chocolate por otro, y al final acabas con cada cosa de una mano, y la mano del chocolate todo pringosa y con peligro por lo que se pueda tocar, ¿tengo o no tengo razón?

En cambio, un pan con el chocolate dentro de él no es tan peligroso, y encima los dos componentes se acoplan mucho mejor.

piruleta de pan con lacasitos

Pero no, no os creáis que ahí quedó la cosa, porque al hacer los bollitos con lacasitos (¡me ha salido un pareado!) la cobertura de color se deshacía, mejor dicho, se disolvía en la masa, ¡horror!

Así que se me ocurrió bañarlos en aceite antes de meterlos en la masa, pero tampoco funcionó, porque la temperatura del horno al cocer el pan es muy alta, y de nuevo esa cobertura de color se fastidiaba, ya que se fundía.

piruleta de pan con lacasitos

Como veis menudo lío, ¡con lo fácil que hubiera sido meter unos trocitos de chocolate!, pero no, ¡yo tenía que hacerlo con lacasitos!

En fin, después de estos y otros intentos y de mucho darle a la cabeza me acordé de una receta de piruletas de pan del libro Pan de Xabier Barriga, y ¡tachaaaaaaán!¡acerté!

piruleta de pan con lacasitos

Esa era la solución, ¡una masa de pan con forma de galleta! y que se pudiera hornear a una temperatura más o menos baja, para que la cobertura de colores se conservara más o menos intacta. Y fue doble éxito, primero ¡porque conseguí mi pan con lacasitos!, y segundo, porque entre los lacasitos y el palo de piruleta en cuanto los niños lo vieron los ojos les empezaron a brillar de la emoción, y se lanzaron a ellas sin pensárselo.

Eso sí, se corre el riesgo de que algún dedillo traidor vaya cogiendo uno a uno los lacasitos y se los lleve a la boca sin el pan, pero bueno, algún riesgo hay que correr de vez en cuando, ¡vamos, digo yo!

Ingredientes:

200 g harina de fuerza
200 ml agua
5 g sal
5 g levadura prensada
50 g lacasitos o al gusto de cada uno
aceite de oliva virgen extra
palillos de brocheta

- en un bol coloco la harina y  la sal. Deslío la levadura en un poco de agua y una vez desleída la añado al resto de ingredientes, mezclo un poco y añado de golpe el resto del agua. Con unas varillas remuevo para homogeneizar, hasta obtener una especie de papilla
- tapo con un paño húmedo el bol y dejo reposar durante unos 45 minutos
- mientras reposa la masa, en otro bol pequeño añado los lacasitos y los rocío con aceite de oliva de modo que se recubran bien de aceite
- después del reposo reparto sobre una bandeja engrasada pequeñas porciones de masa, coloco el palillo y los lacasitos, hundiéndolos un poco en dicha masa
- dejo fermentar la masa unos 20 minutos
- coloco un cacharro con agua en el horno para generar vapor y caliento a 180ºC. Cuando tengo el horno bien caliente saco el agua, si aún queda algo, y meto las piruletas, horneándolas a esa temperatura hasta que se doren, lo cual depende un poco de cada horno, pero dura unos 20 minutos  o algo más

piruleta de pan con lacasitos

¡Casi se me olvidaba! Esta es la receta con la que este mes participo en Petit-On, y que ¡cómo no!, tiene como protagonista al pan.

Sugerencias:

- una de las veces que lo hice usé papel de horno y se me pegaron al papel, por lo que mejor directamente en la bandeja engrasada o en una silpat. Quizás engrasando el papel de horno con aceite no se pegue, pero yo no he hecho la prueba
- lo mejor es comerlas el mismo día, pues al ser una masa tan fina de un día para otro se secan y dejan de estar tan ricas.
- y por supuesto, si no tenéis lacasitos podéis usar chocolate
- seguro, seguro, que estáis pensando que yo que tanto digo de usar cosas naturales y voy y pico con los lacasitos. Pues os diré, que cuando se trata de niños a veces, y aunque no queramos, hay que saltarse alguna norma, ¡la excepción confirma la regla!, pero es que además los colorantes que llevan estos pequeños bombones no son tan malos, y aquí os los enumero todos, para que lo comprobéis:
E-101 de color amarillo, es la riboflavina y no hay sospechas de que pueda tener ningún riesgo para la salud
E-120 es de color rojo, cochinilla, este puede producir reacciones alérgicas (también los frutos secos y por eso no los tachamos de malos)
E-141 verde, es la clorofilina, equiparable a la clorofila
E-153 color marrón o negro, este es malo, no suele usarse en la industria alimentaria por ser un inductor del cáncer (eso es la teoría, porque en este caso parece que sí lo usan)
E-163 son antocianinas, como el jugo de bayas de sauco, llenos de antioxidantes, dan color azul o violeta
E-160-a ni más ni menos que el azafrán, rico en carotenoides y con su conocido color amarillo o anaranjado
E-171 es dióxido de titanio, no suele emplearse mucho en la fabricación de alimentos, pero si en la de pastillas, porque les proporciona opacidad
E-172 este sí, es tóxico en dosis elevadas, son óxidos o hidróxidos de hierro

En fin, no son buenos el 100% de ellos, pero creo que pasan el aprobado con creces.

miércoles, 19 de junio de 2013

Helado de menta y chocolate

Aquí vuelvo a la carga y con nueva receta. Y como os podéis imaginar estoy supercontenta por haber ganado el concurso de Con las zarpas en la masa, en la categoría de mejor fotografía. ¡¡Muchas gracias por este superregalo y por todos lo comentarios que me habéis hecho tan estupendos!!

menta

Y como parece que de fotos va la cosa os contaré que esta semana varias amigas que comparten conmigo la afición por la fotografía y yo, hemos decidido hacer en nuestros blogs  un post con algo en común: la menta. Todas nosotras tenemos blogs de temáticas muy diferentes, pero esta semana vamos a compartir una idea común además de nuestra afición fotográfica. Os aseguro que en cada uno de ellos vais a encontrar ideas y propuestas estupendas porque son muy creativas y tienen unos blogs preciosos, así que os recomiendo que os paséis por:

el de Begoña, Living Walldressers
el de Mariu, Gelatina de Plata

¡Seguro que os encantan!

helado de menta y chocolate

Y volviendo a mi receta, es de las que si te gusta la combinación de menta y chocolate te entusiasmará, pero si no te va mucho, a lo mejor no te hace demasiada gracia..., ¡o a lo mejor a partir de ahora te empieza a gustar también!

helado de menta y chocolate

La verdad es que lo tuve bastante fácil, porque tengo en mi patio un montón de menta, así que rápidamente se me ocurrió preparar un helado, y claro, para que no fuera tan simplón, ¿qué mejor que añadirle unos tropezones de chocolate? ¿no os parece? Tipo After eight, pero a lo español, fresquito y veraniego. ¡Y no será por que haga calor, la verdad!, porque al menos aquí, donde yo vivo, seguimos con la estufa encendida y más bien parece que estemos en pleno otoño. ¡Pero si el tiempo no se anima nos animaremos nosotros!, que ya estaba yo echando de menos hacer algún heladillo.

helado de menta y chocolate

Y para colmo, con frío y pasados por agua, hoy son las fiestas del pueblo, y no es que haya gran cosa, porque al fin y al cabo esto es un pueblín de 400 habitantes, que no se puede comparar con un pueblo grande ni con una capital, pero tendremos que poner al mal tiempo buena cara, y quizás, esta tarde, salir con los niños un poco para que vean  el ambientillo, ¡¡esperemos que al menos no nos llueva!!

Y sin más aquí os dejo las instrucciones para preparar este helado, con un sabor a menta suaaave y riquísimo, y que no puede ser más fácil de hacer, y como veréis, en mi línea, ¡¡sin colorantes artificiales!!

helado de menta y chocolate

Ingredientes:

200 ml de leche entera
3 huevos
50 g azúcar
200 ml nata 35% materia grasa (1 brick pequeño)
50 g de chocolate en gotas
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 buen manojo de menta fresca (más o menos el doble de grande que el que veis en la primera foto)
1 cucharadita de té matcha 

- lavamos y troceamos las hojas de menta y las ponemos a infusionar con la leche: calentamos la leche sin que llegue a hervir, añadimos las hojas y dejamos cocer muy lento y tapado durante unos 10 minutos o algo más. Así la leche se irá cargando con los aceites esenciales de la menta y además tomará un ligero color verdoso
- mezclamos 2 yemas de huevo con un huevo entero, el azúcar y el té y batimos. Le añadimos la nata y todo ello lo ponemos a cocer al baño maría, dándole vueltas hasta que espese
- retiramos del fuego y mezclamos con las gotas de chocolate y con la leche que habíamos infusionado, eso sí, colando antes las hojas de menta. Batimos bien para homogeneizar y finalmente añadimos el extracto de vainilla y lo metemos en la heladera

helado de menta y chocolate

Sugerencias:

- si no tenéis menta fresca podéis probar con infusión, aunque yo no lo he hecho y no os aseguro el resultado. ¡Pero infusión de menta!, no de menta poleo, que no es lo mismo
- para las gotitas de chocolate también podéis fundir chocolate al baño maría, rellenar con él una manga y dejarlo caer en forma de gotitas sobre papel de horno hasta que se enfríe, y si no, podéis añadir simplemente trocitos de chocolate
- y si no tenéis heladera ya sabéis: congelar 15 minutos, batir, volver a congelar y volver a batir, para evitar que cristalice
- el té matcha es para acentuar el color verde, así que podéis añadir algo más si queréis (o menos). Y si veis que os queda algún grumo del té sin deshacer no dudéis en usar la batidora

viernes, 14 de junio de 2013

De vuelta

Aquí me tenéis de vuelta con alguna de las cosas que estoy haciendo con mis alumnos en los talleres, como el de restauración de muebles de Arenillas de San Pelayo, donde están haciendo cosas como esta trona:
trona
o este calientacamas que os enseñé antes de restaurarlo a primeros de abril:
calientacamas
Por otro lado terminé un taller de jabones en Villamoronta hace una semana, y entre otras cosas hicimos estos jabones, de caléndula, de chocolate, de leche y uno exfoliante, con arena de playa.
jabones
Y yo, por mi parte, también he seguido haciendo mis cosillas, como estos cojines nuevos:
cojín
  cojín
 Como veis los adorné con unas espirales de trapillo reciclado que simulan pequeñas rosas.
Y más cosas que ya os iré contando poco a poco ahora que estoy cogiendo otra vez la marcha.
En fin, no me enrollo más y os dejo una foto de unas amapolas preciosas.
amapolas

sábado, 8 de junio de 2013

Raviolis de mermelada de moras con salsa de queso y chocolate

Pues sí, como veis vuelvo a la carga con los mismos ingredientes que empleé en los vasitos de chocolate. ¡Pero es que están tan ricos!, que no lo puedo evitar. Están buenos por separado, pero juntos se complementan, o al menos a mi me lo parece. Y no os creáis que esta va a ser la última vez que mezcle moras queso y chocolate, ¡no, no, no! aún me quedan más recetas con estos ingredientes, lo que no sé es cuando os las traeré aquí, pero os aseguro que con esta receta no se me acaba el repertorio.

Raviolis de mermelada de moras con salsa de queso y chocolate

La novedad de hoy es que se trata de unos raviolis hechos de pasta fresca y en cuya masa he añadido un poco de azúcar, muy poca, para darles un toquecillo algo dulce. ¡Me encanta la pasta fresca! y la verdad es que es muy fácil de hacer. Eso sí, si no tenéis máquina para estirarla os tocará hacer músculo con el rodillo, como a mi, porque es una masa más bien durilla, y cuanto más fina quede mejor sabrá después y menos tiempo necesitará para cocerse.

Y para ver si puedo solucionar de alguna manera esto de estar haciendo músculo cada vez que hago pasta, voy a participar en el concurso del 4º aniversario de Con las zarpas en la masa, patrocinado por Homenaje a la cocina y Blume, ¡a ver si tengo suerte y me toca la máquina para estirar la pasta! ;)

¡Espero que os guste esta propuesta de pasta fresca dulce!

Raviolis de mermelada de moras con salsa de queso y chocolate

Ingredientes:

100 g harina (empleé una con un 10% de proteína)
1 huevo (60 g)
20 g azúcar glass
mermelada de moras
40 g chocolate fondant
125 g nata
60 g queso de untar
un puñado de moras
1/4 tsp (1 ml) de esencia de vainilla

- sobre la encimera añadimos la harina y el azúcar, hacemos un hueco en el centro y dentro añadimos el huevo. Mezclamos y amasamos. Si la masa queda blanda o pegajosa añadiremos un poco más de harina hasta que quede más firme. Si por el contrario hemos añadido más harina de la cuenta y queda demasiado dura podemos añadir un poco de agua para suavizarla
- amasamos, y cuando al hundir un dedo en la masa ésta recupere rápidamente su forma es que ya está. Dejamos reposar la masa durante una media hora, tapándola para que no se reseque
- pasado el reposo estiramos la masa con un rodillo hasta que quede muy fina, de 1 mm, y la dividimos en dos tiras. Sobre una de ellas colocamos pequeñas porciones de mermelada a intervalos regulares. Humedecemos la otra porción con agua, ayudándonos de un pincel, y tapamos con ella la tira de la mermelada, procurando que no quede aire entre ambas capas.

Raviolis

- con un cortador, yo usé uno de galletas, vamos cortando los raviolis con el relleno de mermelada de moras, y cuando los tenemos todos los cocemos en agua hirviendo durante unos 3 minutos. El agua procuraremos que no hierva violentamente para evitar que se nos abran y se salga el relleno
- mientras, fundimos el chocolate al baño maría y lo mezclamos con 50 g de nata, y también mezclamos el queso con   la nata restante hasta obtener una crema suave y homogénea
- finalmente y para presentarlos, añadimos en un plato un poco de la mezcla de chocolate como base, y sobre este vamos alternando un ravioli, otro poco de chocolate y crema de queso, y así sucesivamente hasta colocar 5 raviolis y terminando con chocolate, queso y por encima de estos una mora de remate.

Raviolis de mermelada de moras con salsa de queso y chocolate

Raviolis de mermelada de moras con salsa de queso y chocolate

Sugerencias:

- podéis sustituir la mermelada de moras por mermelada de naranja u otra que os guste
- si os gusta más dulce podéis añadir algo de azúcar con el chocolate fundido y en la crema de queso, yo no lo hice porque a mi me gusta así. Y también podéis añadir azúcar en el agua de cocer la pasta, tal y como hacemos con la sal cuando se trata de un plato salado de pasta
- también podéis probar a sustituir parte de la harina por cacao en polvo y hacer una masa chocolateada
Raviolis de mermelada de moras con salsa de queso y chocolate

miércoles, 5 de junio de 2013

Huevos rellenos

No sé si os pasa a vosotros como a mi, que cada día doy menos de sí. Puede que sea ya la edad, o que por estas fechas ya se me hace todo cuesta arriba. Esta semana los niños han empezado la jornada de verano en el cole y llegan a casa una hora antes, y parece que no, pero se nota. 

Por un lado se agradece que comemos antes y la tarde se hace más larga, pero por otro lado la mañana tiene una hora menos, y a mi no me da de sí para nada.

huevos rellenos

Por las mañanas trabajo en casa y esto lo compagino con las "tareas del hogar", mientras que por las tardes suelo trabajar fuera de casa impartiendo distintos talleres según la temporada. El caso es que no tengo tiempo para todo lo que quiero hacer. Me faltan horas, ¡¡¡quiero días de 30 horas por lo menos!!!, ¿no es tanto, no?

huevos rellenos

A veces para aprovechar más las mañanas hago la típica comida de olla. Echas las alubias o lo que sea con el resto de ingredientes, tapas, programas la cocina y ello solo se hace sin tener que hacer nada más. Pero ahora parece que apetece también tomar otro tipo de comidas además de las de olla, que esas en casa no las perdonamos ni en verano. Ahora el cuerpo pide cosas fresquitas, como los huevos rellenos que os traigo hoy. Sí, ya lo sé, ¡otra receta más de huevos rellenos!. Pero os aseguro que estos son distintos, y os invito a que lo comprobéis. Cuando he organizado alguna comida con familia o con amigos y los he hecho han sido todo un éxito. Y quizás se tarden en hacer un poco más que otras recetas que hayáis encontrado, pero sólo un poco más, y a cambio el sabor gana no un poco, sino un mucho, ¡qué digo un mucho!¡ mogollón!.

huevos rellenos

Tienen un sabor suave, son refrescantes, no empalagan, son, en definitiva deliciosos, y si los hacéis espero que me digáis lo que os han parecido, lo haréis, ¿verdad?

Ingredientes:

6 ó 7 huevos
8 cucharadas de tomate frito
180 g bonito o atún enlatado al natural
mahonesa
1 cebolla
aceite de oliva virgen extra

- colocamos en una cazuela los huevos y los cocemos en agua hirviendo durante unos 15 minutos
- mientras, ponemos a pochar la cebolla muy picada con un poco de aceite, y cuando esté blanda y medio transparente añadimos el atún bien escurrido y lo doramos un poco con la cebolla. Si es necesario añadimos sal
- una vez que los huevos se han cocido y están fríos los pelamos,  los partimos en dos longitudinalmente y separamos las yemas de las claras 
- sobre la mezcla de cebolla y atún añadimos la mitad de las yemas pasándolas por un pasapurés o rallándolas con un rallador. Mezclamos y añadimos tomate frito hasta que quede una textura que nos guste, ni demasiado espesa ni demasiado liquidilla, yo eché 8 cucharadas
- rellenamos las claras de huevo vacías con la mezcla anterior, y sobre todo ello añadimos una cucharadita de mahonesa
- cuando hayamos rellenado todos los huevos, les añadimos por encima el resto de las yemas pasándolas también por el pasapurés (o rallador)
- los dejamos reposar en el frigorífico y los comemos cuando estén bien fresquitos
 
huevos rellenos

Sugerencias y datos:

- el huevo es uno de los alimentos más completos que existen, contiene todos los aminoácidos esenciales y gran cantidad de vitaminas y minerales
- el colesterol que contienen no es perjudicial para la salud. Si además comemos huevos ecológicos o al menos camperos, son aún mejores, pues provienen de gallinas que picotean hierba fresca, con lo que su contenido en ácidos grasos omega-3 es superior a los de cría intensiva, y el de omega 6 inferior, es decir, sus grasas son más saludables. Además, su yema suele ser más oscura debido al betacaroteno de esa hierba fresca
- pierden agua por evaporación a través de la cáscara, por lo que aparece en su interior una pequeña burbuja de aire, que será tanto más grande cuanto más días tenga el huevo. Por eso los huevos frescos al sumergirlos en un vaso de agua se hunden, mientras que los huevos viejos flotan.
- también según pasan los días la clara pierde firmeza y la yema puede llegar a romperse más fácilmente. Por todo esto,  para que los huevos duren en buen estado el mayor tiempo posible, es mejor guardarlos en el frigorífico, y siempre que podamos dentro de una huevera de plástico cerrada, para evitar así la evaporación y la absorción de olores a través de la cáscara. Además no es aconsejable guardarlos en la puerta, pues cada vez que esta se abre y se cierra se mueven y esa agitación diluye la clara
- el modo correcto de colocar los huevos es con el extremo ancho hacia arriba
- para que los huevos se pelen fácilmente es mejor usar huevos viejos, en cambio para que la yema quede centrada son mejor los huevos recientes
- con el atún no os compliquéis. Con el atún al natural de las latas queda riquísimo, aunque también podéis usar atún o bonito en aceite, escurriendo muy bien ese aceite, o bonito fresco, que dentro de poco ya lo tendremos en las pescaderías
- para hacer el tomate frito casero, lo expliqué en la receta de la lata de sardinas

huevos rellenos
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