lunes, 21 de enero de 2013

Dip de pan lavash con cebolla confitada con pasas y azafrán

Otra vez, y casi sin darme cuenta, ha llegado la fecha para la publicación del pan que cada mes nos propone Bake the Word.

Este mes la propuesta es el pan lavash, un pan plano y crujiente de origen armenio, pero que actualmente se come en todo Oriente Próximo, y bueno, como veréis por el montón de  propuestas de Bake the World, también se cuece y se come en occidente.

Dip de pan lavash con cebolla confitada con pasas y azafrán
Dip de pan lavash con cebolla confitada con pasas y azafrán

Para hacer este pan he seguido las indicaciones que da Peter Reinhart en su libro "El aprendiz de panadero". Según él, si la masa se hace fina como el papel, nos queda un pan crujiente ideal para tomar como aperitivo a modo de crackers. Pero si la masa se deja un poco más gruesa y se cuece menos tiempo obtenemos un pan más tierno, perfecto para tomar en forma de bocadillos enrollados. Bastará con humededer el pan con agua para que se ablande, justo cuando se vaya a hacer el bocadillo.

Yo me he decidido a hacer dos variedades de la versión crujiente, una adornada con pipas y semillas de amapola, y otra que sólo lleva un poco de sal por encima, y que he acompañado con una riquísima confitura de cebolla, que además también lleva laurel, azafrán y pasas por lo que tiene un toque muy especial. La receta, un poco cambiada, la vi en la revista Integral.

Dip de pan lavash con cebolla confitada con pasas y azafrán

Tanto el pan como la confitura son bastante rápidos de hacer. El pan sólo sufre un único levado, y se cuece en menos de 15 minutos, así que ¿a qué estáis esperando? Os aseguro que está tan rico que no vais a parar de comerlo, porque encima al ser tan finito parece que no comes nada.

Ingredientes:

Pan
190 g harina de fuerza
1/2 cucharadita de sal (4 g)
3 g levadura prensada
1 cucharada (tbsp) de miel
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
90 ml de agua a temperatura ambiente
semillas de amapola, pipas o cualquier otra que os guste

- mezclamos en un bol la harina, la miel, la sal, el aceite y el agua. Amasamos durante unos 10 minutos hasta obtener una  masa elástica, que no se pegue y que supere la prueba de la membrana. Formamos con ella una bola, la colocamos en un bol untado de aceite, y la embadurnamos con este aceite haciéndola rodar.
- tapamos el bol con film y dejamos que fermente hasta que duplique el volumen
- aceitamos la superficie de trabajo, volcamos la masa sobre ella y la presionamos con las manos hasta formar un cuadrado. Espolvoreamos con harina y aplastamos con el rodillo hasta conseguir una masa fina como el papel. Levantamos la masa de la encimera, la aireamos y la volvemos a colocar donde estaba. Colocamos papel de hornear en una bandeja y después pasamos la masa a este papel.
- pulverizamos agua por encima de la masa y colocamos las semillas sobre esta. Si queremos en vez de semillas podemos echar un poco de sal. Y también, si queremos, podemos cortar la masa en forma de cuadrados, marcando los trozos con un cortador de pizza. Después de cocer el pan los cuadrados se separan ellos solos
- cocemos unos 12 minutos en el horno precalentado a 175ºC, hasta que se empiecen a dorar por arriba. Una vez cocidos los sacamos del horno y dejamos enfriar en la misma bandeja durante unos 10 minutos.

prueba de la membrana y preparando la masa

Cebolla
1/2 kg de cebollas
2 cucharadas (tbsp) azúcar moreno
50 ml vinagre de sidra o balsámico
un puñado de pasas
unas hebras de azafrán
1 hoja de laurel
aceite de oliva virgen extra
1 cucharadita (tsp) sal

- cortamos la cebolla en juliana muy fina y la pochamos muy despacio con el aceite necesario, con la hoja de laurel y con la sal.
- cuando la cebolla esté ya medio transparente retiramos el laurel y añadimos, el azúcar, las pasas, el azafrán y el vinagre. Dejamos que se cueza todo muy despacio y que se vaya reduciendo el líquido lentamente hasta que tenga una textura semejante a la de la mermelada

Dip de pan lavash con cebolla confitada con pasas y azafrán

Sugerencias:

- si queréis hacer el pan para bocadillos dejad la masa más gorda y la horneáis menos tiempo.
- también podéis cocer la pieza de pan entera, y partirla después en trozos irregulares en vez de hacer cuadraditos
- a la hora de preparar la masa quizás la cantidad de agua que necesitéis pueda variar y ser algo más de 90 ml

sábado, 19 de enero de 2013

Crumble de manzanas con copos de avena (Apple crumble with oat flakes)

Hoy toca una nueva receta. Como veréis voy cogiendo marcha poco a poco. Es es mi primera colaboración del año para Petit-On, y lleva como protagonista un ingrediente que para mi es muy especial, la avena. En casa siempre tengo copos de avena, harina de avena, y de vez en cuando también me gusta tener leche de avena. Es un cereal riquísimo, y como prueba de lo que me gusta tengo varias recetas con avena en el blog, como este pan de cerveza negra y avena, otro pan de semillas con harina de espelta, estas galletas de avena y estas cookies con avena chocolate y avellanas.

Tiene un sabor tan especial y tan suavecito,...¡uhm!

Crumble de manzanas con copos de avena

La verdad es que hay montones de recetas con avena que me hubiera gustado hacer, y con el tiempo las iré haciendo, pero la que os traigo hoy me gusta por lo sencilla y rápida que es, y porque además me parece también muy buena como merienda para los niños, ¡bueno, y para los grandes también! Es un crumble de manzana, un típico postre inglés que es algo así como manzana con una especie de migas de galleta por encima, y que al comerlo todo junto está crujiente y más que rico. Fijáos lo fácil que es de hacer:

Ingredientes:

1 kg de manzanas reinetas
150 g harina de fuerza
100 g mantequilla derretida
75 g de copos de avena
85 g azúcar
1 cucharada (tbsp=15 ml) de miel
una cucharadita (tsp=5ml) de esencia de vainilla
2 cucharadas de sirope de agave
1 limón
Crumble de manzanas con copos de avena

- lavamos las manzanas, las pelamos y las troceamos en 10 ó 12 gajos cada una y las ponemos en una cazuela de fondo ancho con el zumo de limón, el sirope de agave y una cucharada de azúcar. Lo cocemos a fuego lento hasta que la manzana esté un poco blandita, vigilando bien para que no se nos deshaga. Es preferible que quede un poco entera.
- mezclamos la harina con los copos de avena, la miel y el azúcar. Añadimos sobre esto la mantequilla y la esencia de vainilla y con las manos lo mezclamos hasta que se nos formen una especie de migas.
- engrasamos un molde con mantequilla, sobre él colocamos las manzanas cocidas, y encima de estas disponemos las migas de manera más o menos homogénea.
- horneamos durante 20 minutos a 180ºC
- a la hora de servirlo se puede acompañar de nata, a mi me gusta echarla tal cual, sin montarla, porque le da más jugosidad. O también podéis añadir helado, o no añadir nada, porque en realidad de puro bueno que está no necesita nada.

Crumble de manzanas con copos de avena

Sugerencias:

- podéis echar azúcar blanco o moreno, en vez de miel sirope, en vez de sirope de agave cualquier otro, es ddecir, podéis variar los ingredientes en función de lo que tengáis en casa, os aseguro que siempre acertaréis y os saldrá riquísimo
- las manzanas a mi me gusta que tengan un toque acidillo, y las reinetas son mis favoritas. Espero que os guste, como a mi, el contraste dulce y crujiente de las migas, con el suave y ácido de la manzana.
- si queréis conocer algunas de las propiedades saludables de la avena, las tenéis aquí y aquí, al final de cada entrada.

sábado, 12 de enero de 2013

Mousse de naranja con chocolate y bizcocho

Como podéis comprobar por esta nueva entrada sigo por aquí, y aunque no os lo creáis lo mío me ha costado. En cuanto abandono la rutina, aunque sea por pocos días, me pierdo. ¿No os pasa también a vosotros?. Pero en fin, creo que me voy encontrando. Como dice mi padre, "poco a poco... y siempre andando".

Mousse de naranja con chocolate y bizcocho

Y así, poco a poco, y muy despacio, es como he conseguido traeros esta recetilla, que es sencilla de hacer y que queda, además de muy rica, muy vistosa. Es una receta para lucirse y dejar boquiabierto a algún que otro invitado. No sé a vosotros, pero a mi me encanta cuando me dicen que algo de lo que he hecho está rico. Y eso precisamente es lo que me ha pasado con esta mousse. La naranja con el chocolate, que a todo el mundo le gusta, normalmente a Óscar no le hace mucha gracia ¡ay qué ver!. Pues en este caso me ha repetido más de una vez  lo rico que estaba, así que con eso ya os digo todo. Y los niños se lo han comido tan alegremente, y eso también es buena señal, porque como algo no les guste...

Mousse de naranja con chocolate y bizcocho
Mousse de naranja con chocolate y bizcocho

Y como os he dicho que poco a poco, aquí os dejo con esta delicia sin enrollarme más.

Ingredientes:

bizcocho
4 huevos
120g azúcar 
120 g harina de repostería
5 ml esencia de vainilla
un pellizco de sal
mousse
400 ml de nata para montar
80 g azúcar
4 naranjas
un limón
8 g de agar agar en polvo
chocolate
50 g chocolate negro (más del 70 % cacao)
50 ml de leche entera
almíbar
80 g azúcar
100 ml agua
piel de una de las naranjas cortada en trocitos muy pequeños

Mousse de naranja con chocolate y bizcocho

-empezamos por el bizcocho: separamos las yemas de las claras y las batimos con el azúcar hasta que blanqueen. Después incorporamos la vainilla y la harina tamizada con la sal, poco a poco, y por último y suavemente, las claras batidas a punto de nieve. Colocamos la masa en una bandeja engrasada o forrada con papel de hornear y lo cocemos en el horno precalentado durante unos 20-25 minutos a 180ºC, dependiendo de cada horno. Desmoldamos y enfriamos sobre rejilla.
- lavamos las naranjas, las exprimimos y cortamos la piel de una de ellas en tiritas finas, procurando no coger de lo blanco. En un cazo echamos la piel de la naranja con el agua y los 80 g de azúcar y lo ponemos a cocer lentamente hasta que se forme un almíbar y la piel de la naranja quede medio transparente.
- exprimimos el limón, lo mezclamos con el zumo de naranja, y le añadimos el agar agar, calentamos hasta  disolverlo. Dejamos que se enfríe sin llegar a cuajar y lo mezclamos suavemente con la nata, que antes habremos montado con los otros 80 g de azúcar y con 6 cucharadas (tbsp) de almíbar
- mezclamos el chocolate con la leche y lo calentamos al baño maría hasta que se deshaga
- para terminar montamos un mousse grande o varios pequeños de siguiente modo: con un aro de emplatar cortamos el bizcocho y lo emborrachamos ligeramente con el almíbar ayudándonos de un pincel. Sobre el bizcocho añadimos la mousse hasta llenar el molde y lo metemos al congelador para que cuaje bien. Cuando se haya congelado desmoldamos y añadimos por encima una capa de chocolate. Para terminar la decoración colocamos unas tiritas de la naranja confitada que nos ha quedado con el almíbar.

Mousse de naranja con chocolate y bizcocho
Sugerencias:

- yo añadí zumo de limón para darle un toque ligeramente acidillo, pues las naranjas que usé eran muy dulces, pero se podría hacer usando sólo naranjas, sólo limones o con cualquier otra fruta que os guste.
- las naranjas mejor que sean ecológicas, pues como vamos a usar la piel mejor que no tengan ningún aditivo
- después de añadir el chocolate podemos guardar esta mousse en el congelador y sacarla un poco antes de que la vayamos a comer, así se conservará mejor. Conviene además cubrirla con film para que no absorba olores raros que después darán mal sabor.
- si no os gusta el chocolate tan negro podéis usar chocolate de cobertura, con menor contenido de cacao
- en otro orden de cosas, las pieles de los cítricos se pueden secar, sobre un radiador o una estufa, después podemos trocearlas o molerlas para usarlas como repelente de insectos, sobre todo de polillas, ya que el limoneno, aceite presente en estas pieles, no les gusta nada a estos bichos. Con esas pieles podemos hacer saquitos aromáticos, y además estas pieles secas también sirven para encender el fuego de chimeneas, estufas o barbacoas.
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