jueves, 27 de marzo de 2014

Pastas rústicas de nata

Hoy os traigo unas pastas. ¡Después de estar a dieta de dulces durante las últimas entradas, por fin tocaba un pequeño goloseo!.

Pastas rústicas de nata

La receta original es una receta típica de las que suelen hacer las mujeres en los pueblos. Me la dieron este verano, y yo os la traigo hoy un poco cambiada. En primer lugar, las cantidades las voy a dar en gramos, porque en su día a mi me la dieron con vasos y cucharadas y creo que esas medidas son muy imprecisas.

Pastas rústicas de nata

Y en segundo, lugar porque yo no he usado nata "de verdad", como hice en las galletas de nata, sino nata de la comprada, y eso cambia un poco las cosas. Pero a pesar de todos los cambios han salido unas pastas deliciosas, y por eso os las traigo aquí.

Pastas rústicas de nata

A veces se las doy a mis hijos para el almuerzo del cole, ¡les encantan! y me parece bastante sano, a pesar de que lleven azúcar, porque realmente la cantidad de azúcar que llevan no es demasiada. Y siempre será mejor llevar un par de estas pastitas, que cualquier producto de bollería comprada por ahí.

Pastas rústicas de nata

A mi me gusta tomar una después de comer, con un café. Ya sabéis que soy muy golosa, y aunque sólo sea una, pero tengo que tomarla con el cafetillo. Para mi es el remate de una comida perfecta. 

Pastas rústicas de nata

Por lo general mis recetas no son demasiado laboriosas. La mayoría de nosotros vamos a mil por hora y aunque nos gustaría hacer de todo nos es imposible llegar, por eso hay que buscar alternativas que sean rápidas, pero a la vez que sean buenas y merezcan la pena. Pues estas pastas son para hacer así, en un pis-pas. Porque son de las de mezclar los ingredientes y hornear. En lo que se tarda más es en el horneado, pero lo bueno es que mientras el horno funciona, nosotros podemos estar atendiendo a otro asunto, así que realmente sólo nos van a entretener durante la preparación de la masa, que es muy poco tiempo.

Y para no robaros más de vuestro precioso tiempo, al grano, mirad cómo se hacen:

Ingredientes:

115 g nata
60 g aceite
70 g azúcar
1/2 cucharada = teaspoon de bicarbonato de sodio
un pellizco de sal
259 g harina de espelta blanca ecológica
50 g chocolate de cobertura
avellanas

- montamos la nata con la batidora y tamizamos la harina
- mezclamos todos los ingredientes menos el chocolate y las avellanas y amasamos hasta que nos quede una masa blandita, pero que no es pegajosa.
- hacemos bolitas del tamaño que nos guste, las aplanamos y hacemos un poco de hueco en el centro, apretando con el dedo, para colocar encima un poco de chocolate troceado junto con trocitos de avellana
- horneamos, en el horno precalentado, a 180ºC durante 20 minutos
- dejamos enfríar sobre una rejilla

Pastas rústicas de nata


Otros datos:

- yo usé aceite de girasol ecológico, lo compré en una feria y lo uso para repostería, creo que es la primera vez en la vida que he comprado aceite de girasol, pero si tenéis de oliva es perfecto
- la nata la monté porque se pareciera la textura un poco más a la nata "de verdad", aunque quizás sin montarla salgan parecidas
- en vez de espelta podéis emplear trigo, o harina integral, lo que más os guste
- la sal os recuerdo que se añade para que el sabor dulce se intensifique un poco, entre eso, y el chocolate con las avellanas, las pastas están super-ricas

viernes, 21 de marzo de 2014

Pastel de puerros

No sé vosotros, pero lo que soy yo gasto montones de cebollas, ajos y puerros cada semana. Por desgracia las cebollas de nuestra huerta ya se me han terminado así que llevo algún tiempo comprando, y la verdad es que no tienen ni color con las nuestras.

puerros

Lo que tengo ahora son puerros, ¡montones de puerros! Este año Óscar plantó 300. Y es que yo pongo puerros en casi todas las comidas, en los purés, en las sopas, cuando hago un caldo, en las legumbres... Así que ahora con mayor motivo nos toca comer puerros, ¡y qué ricos están!, aunque por muchos que comamos no me libraré de tener que congelar o embotar algunos si no quiero que se me terminen estropeando.

pastel de puerros

Simplemente cocidos y con un chorrillo de aceite de oliva o mahonesa por encima están deliciosos, aunque para no cansarnos de comerlos siempre igual, os traigo una receta de las que te solucionan un picoteo, o incluso una comida o una cena de esas que a veces te toca improvisar sin muchas ganas o mucho tiempo para hacerlas.

pastel de puerros

En la comida que preparé para el bautizo de mi hijo pequeño hice este pastel, ¡pero se me olvidó sacarlo! ¿qué os parece? La verdad es que hice muchas cosas, y claro, al final este pastel se quedó en el frigorífico. Pero al día siguiente estaba también exquisito. Con esto os quiero decir que además esta es la típica receta que podéis hacer cuando tenéis invitados, porque les va a encantar.

pastel de puerros

Y no me voy a extender más, porque estoy aquí precisamente con el protagonista de aquel bautizo, que no hace más que meter el dedillo en el teclado. Voy a ver si le doy una manzana y me deja terminar de escribiros la receta.
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Pues aquí estoy de nuevo, y la que se está comiendo la manzana soy yo, ¡jo, qué hambre! él no ha querido, cosas de los mocazos que tiene. En fin, pues aquí os dejo la receta, ¡y espero que os guste!

pastel de puerros
pastel de puerros

Ingredientes:

500 g de puerros ya  limpios
150 g de gambas peladas (yo usé congeladas)
250 ml leche entera
4 huevos
sal y pimienta
aceite de oliva virgen extra

- cubrimos el fondo de una sartén con aceite y cuando esté caliente añadimos los puerros picados en trozos muy pequeños. Al cabo de un rato, cuando los puerros hayan empezado a sudar, les añadimos un poco de sal. Dejamos que se vayan haciendo despacio, dando vuelta de vez en cuando, y cuando ya se hayan ablandado y empiecen a dorarse añadimos las gambas y damos vueltas de nuevo hasta que estén hechas
- batimos los huevos con la leche y una vez hecho esto le añadimos la mezcla de puerros y gambas.
- salpimentamos y rellenamos con esta mezcla un molde rectangular que previamente habremos engrasado con un poco de aceite, o de mantequilla.
- cocemos al baño maría en el horno precalentado a 200ºC, durante algo más de una hora. El tiempo como sabéis depende de cada horno, y para comprobar que está hecho podéis pinchar el pastel con una aguja, si sale limpia es que ya está.

pastel de puerros

miércoles, 12 de marzo de 2014

Mermelada de manzana con orujo y canela

¿Suena raro verdad?, ¡una mermelada con orujo!, ¡pues no veáis lo rica que está!

Mermelada de manzana con orujo y canela


La idea de esta receta no ha sido mía, sino de Ana, Paloma y Loyola. Ellas elaboran unas mermeladas y unos chutneys deliciosos, y no sólo eso, sino que casi toda la materia prima que emplean procede de su huerta, en la que ellas mismas cultivan los tomates, manzanas, calabacines, pimientos y muchas más cosas, y por supuesto, sin añadir a esas plantas ningún producto químico "de laboratorio", puesto que ellas apuestan por un medio rural sostenible.

Mermelada de manzana con orujo y canela


"Con mucho gusto", esa es la marca de sus productos, y yo desde aquí os digo que es absolutamente cierto. Estas artesanas viven en el norte de Palencia, cerca de Aguilar de Campoó y tienen su obrador en Reinosa, por lo que en esa zona es donde se pueden encontrar sus chutneys y mermeladas más fácilmente, aunque eso no quita que también se puedan encontrar en otros sitios, como en Valladolid, Palencia o Cantabria.

Mermelada de manzana con orujo y canela


Su proyecto ha conseguido más o menos en un año de andadura, que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, les galardonara con el Premio a la excelencia en la innovación para mujeres rurales, del año 2013

Si queréis saber algo más de ellas, y de las cosas que hacen, además de curiosear en su blog también podéis verlas en este vídeo.

Mermelada de manzana con orujo y canela


Y volviendo a la mermelada, la idea de hacerla fue debida a cuatro factores: 1º) se me acabó la que tenía, 2º) donde vivo no la venden, 3º) tenía unas manzanas de la huerta que se me estaban empezando a estropear, y 4º) ¡me entró antojo de ella!, así que ni corta ni perezosa me puse a la labor. No me habrá salido como la suya, entre otras cosas porque la mía lleva algo menos de azúcar, pero os aseguro que está buenísima y os animo a que hagáis vuestra versión, pero también a que si podéis probéis la de ellas, y sus chutneys y todo lo que hacen, porque además de ser productos muy originales y especiales, que no se suelen encontrar en cualquier sitio, están muy buenos y su calidad es excepcional. ¿Se nota que son mis amigas verdad?, pero aparte de eso, lo que os digo es cierto ;)

Mermelada de manzana con orujo y canela
Mermelada de manzana con orujo y canela

Ingredientes:

500 g manzanas ya sin el corazón (yo usé golden)
1 rama de canela
100 g azúcar
150 g orujo blanco

- el día anterior lavamos las manzanas, las partimos en cuartos y quitamos el corazón para eliminar las pepitas. Así, sin pelar, troceamos cada cuarto en 3 ó 4 porciones, dependiendo del tamaño de la manzana
- en una fuente o en un bol grande ponemos a macerar las manzanas con el azúcar y lo tapamos. Lo dejamos así durante una noche entera
- a la mañana siguiente colocamos en una cazuela las manzanas con el agua que han soltado al macerar, y lo ponemos a cocer añadiéndole el orujo y la rama de canela
- dejamos que cueza despacio hasta que la manzana se ablande y el alcohol se haya evaporado
- una vez cocida, pasamos la mermelada por un pasapurés para eliminar las pieles, y en cuanto esté fría estará lista para degustar.

Mermelada de manzana con orujo y canela

jueves, 6 de marzo de 2014

Mitones de punto

¡Cómo me gusta hacer punto! Siempre tengo más de una labor empezada, de punto y de otras cosas, poco a poco al final lo termino todo, aunque a veces tardo más que si hiciera las cosas de una en una. ¡Pero qué le vamos a hacer!, soy así, y creo que ya no tengo arreglo. 
mitones de punto
Lo último que he terminado de hacerme son unos mitones, estos que os enseño en las fotos. Son de lo más calentitos, y muy suaves. Están tejidos con lana de alpaca, aunque después en los remates de ganchillo he hecho un par de vueltas con un hilo de algodón que tiene un brillo precioso y que le da "un toquecillo", como digo yo.

¡Está bien! ¡me habéis pillado jajaja! ese toquecillo en parte ha sido porque ya no tenía más lana. Los mitones los he hecho con un resto de lana que tenía de un jersey que tejí hace unos años.
mitones de punto
Así que ya sabéis, si tenéis restos de lanas por ahí y no sabéis que hacer con ellos, ¡pues unos mitones!, que además son la cosa más fácil de hacer.
Con 5 agujas del nº 4'5 monté 36 puntos, y fui tejiendo en redondo hasta llegar a la altura del dedo. Entonces reservé 10 puntos en una aguja auxiliar (imperdible). Seguí tejiendo y al llegar a los puntos que tenía reservados, para sustituirlos monté 8 puntos, y así continué tejiendo hasta el final. 
Para el dedo además de los puntos del imperdible monté a cada lado otros dos puntos más, 4 en total, y tejí 3 vueltas más otra para cerrarlos.

Después cosí el dedo e hice unas vueltas de remate con un ganchillo: 4  cadenetas punto bajo, 4 cadenetas, punto bajo y así todo el rato. 

En fin, no sé si os habréis aclarado con mi explicación, pero seguro que con eso y poco más sois capaces de haceros alguna maravilla.

¡Ah! y de remate hice una rosa: 15 cadenetas, sobre cada una de ellas, en la segunda vuelta, 2 puntos bajos, y sobre cada punto bajo, en la 3ª vuelta, dos puntos altos. Después se enrolla y se cose por la base. ¡Es muy fácil!

¿Os animáis?
mitones de punto

miércoles, 5 de marzo de 2014

Canelones de carne con espinacas

¿Quién dice que los hijos siguen el ejemplo de sus padres? Pues en algunas cosas puede que sea verdad, pero en otras espero que al menos sea así a largo plazo.


Y digo esto porque por más ejemplo que damos en casa Óscar y yo con las verduras de nuestra huerta y con lo que comemos, a nuestros hijos, de momento, no se les pega mucho. Antes de empezar el cole nuestro hijo mayor comía de todo, pero al empezar en el cole la cosa cambió y dejó de comer casi de todo. El menú que les daban era muy limitado, y yo, como novata, sólo me fijaba en compensar lo que había comido, con la cena, pero no me dí cuenta de que las comidas eran muy básicas y los menús muy repetitivos, hasta que ya fue demasiado tarde.

Canelones de carne con espinacas

La única verdura que les daban con su "forma normal" eran las judías verdes. Eso y dos tipos distintos de puré, de calabacín y calabaza, es toda la verdura que les daban. Y digo yo, ¿dónde están la coliflor, las acelgas, las espinacas, la berza, el calabacín, los pimientos...? Eso en su colegio, simplemente no existe. Y entre lo que no les daban, y lo que le dejó de gustar porque al de al lado tampoco le gustaba, ¡se terminó de fastidiar el asunto!

Canelones de carne con espinacas

Y yo lo llevo fatal, para que os voy a engañar, porque procuro alimentarme bien, y comer de todo, pero es que además no sólo es que crea que las verduras son indispensables, es que además me gustan, ¡y hay tantas formas de prepararlas!. Por eso, hasta que llegue el día en que vuelva a comer un plato de acelgas igual que hacía cuando tenía 2 años, no me queda más remedio que camuflarlas, porque obligarle tampoco me parece lo mejor, y eso de hacer comidas con formas de muñequitos, sonrisas y cosas por el estilo, con mis hijos no cuela.

Canelones de carne con espinacas

Para más inri, antes le decías que probara las cosas y lo hacía, pero ahora es que se niega incluso a probar, y cuando alguna vez cede, después de probarlo dice que no le ha gustado, aunque sólo sea por quedar él por encima, porque se le nota en la cara que sí le gusta, pero dice que no para no dar su brazo a torcer.

Canelones de carne con espinacas

Este año por fin, nuestro trabajo nos permite traerles a comer a casa, por lo que me las tengo que ingeniar para que coman como es debido, y una de esas recetas de camuflaje es la que os traigo hoy, en la que junto con la carne picada le añado unas espinacas, que en realidad no aportan ningún sabor especial, pero sí todos los beneficios de comer verdura. Si me preguntan que qué es eso verde suelo decir que es perejil, y se quedan tan conformes. ¡Yo es que alucino!, si digo que son espinacas empiezan a hacer ascos y ni lo prueban, pero si es perejil no pasa nada ¿vosotros lo entendéis?

Ingredientes:

250 g de carne picada de ternera
150 g de espinacas frescas
pasta para canelones
tomate frito
cebolla y ajo
coñac
sal, orégano, pimienta negra y nuez moscada
2 ó 3 cucharadas de harina integral  
leche entera
aceite de oliva virgen extra
queso rallado

- lavamos las espinacas y las cocemos en agua hirviendo con sal
- picamos aproximadamente media cebolla y dos dientes de ajo y los ponemos a pochar con un poco de aceite. Cuando estén ya medio transparentes añadimos la carne picada, la damos unas vueltas en la sartén y le añadimos el orégano, la sal, la pimienta y un chorrito de coñac. Dejamos que termine de hacerse despacio, tapándolo y dando vueltas de vez en cuando
- cuando las espinacas estén cocidas las escurrimos bien para eliminar el exceso del agua de cocción, y sobre una tabla las trituramos con un cuchillo en trozos lo más pequeños que podamos
- añadimos las espinacas troceadas a la carne, lo rehogamos todo junto durante 3 ó 4 minutos, y le añadimos el tomate frito a todo ello hasta que nos quede una textura ni muy espesa ni muy liquidilla, para que los canelones queden jugosos pero sin que se salga el relleno de dentro. Lo mejor es ir añadiendo poco a poco cucharadas, no os digo cuántas porque depende de la consistencia de la salsa que empleéis. Después, dejamos que de un hervor suave todo junto
- por otro lado tendremos preparadas las placas de los canelones. A mi me gusta comprar de las que están precocidas, pero si no, se ponen a cocer tal y como se indica en la caja. Rellenamos los canelones con la mezcla anterior, y los colocamos en una fuente, sobre la que habremos esparcido antes un poco de salsa de tomate, dejándolos a la espera de añadir la besamel
- para hacer la besamel echamos un poco de aceite en una sartén, sin llegar a cubrir el fondo, y lo calentamos, después añadimos un poco de cebolla muy picada y antes de que empiece a dorarse añadimos la harina y dejamos que se dore ligeramente en el aceite para que luego no sepa a harina cruda. Cuando esté tostada añadimos despacito la leche, que habremos calentado antes, y daremos vueltas hasta que la harina se deshaga en la leche. Se formará una masa espesa, seguimos añadiendo leche y dando vueltas y esa masa se irá aligerando hasta que nosotros queramos. Al enfriar espesa más, así que es preferible que de entrada quede un poco más ligera de lo que en realidad queremos. Añadimos sal, pimienta, y si nos gusta, un poco de nuez moscada, y ya está listo
- añadimos la besamel por encima de los canelones y sobre ésta ponemos un poco de queso rallado y lo gratinamos en el horno hasta que se dore
- ¡y a disfrutar de unos riquísimos, y sanos, canelones!

Canelones de carne con espinacas

Sugerencias:

- podéis usar también espinacas congeladas. Si es un paquete de 400 g con un bloque de 200 g de los dos que suelen venir sería más o menos igual.
- la besamel podéis hacerla también con harina normal y con otra leche que no sea ni de vaca, ni entera, incluso con un caldo
- el queso yo lo suelo rallar en el momento, si tengo de mezcla, de mezcla, si es de oveja, de oveja, porque no compro nunca paquetes de queso rallado, pero si lo tenéis también lo podéis usar
- en la entrada de las "sardinas en lata de pan" os explico cómo podéis hacer la salsa de tomate en casa (a ver si un día de estos hago una entrada explicándolo mejor)
- en lugar de canelones también podéis hacer una lasagna con este mismo relleno
- la besamel también la podéis hacer sin añadir cebolla
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