lunes, 24 de febrero de 2014

Organizador de pendientes

Hoy os traigo un diy que para mi es de lo más operativo. Y lo es porque sirve tanto para los pendientes que llevan ganchos sin tuerca, como para los que llevan tuercas.

El truco es hacerlo con un corcho como los que se usan para colgar notas, y clavar en el los pendientes, ¡superfácil!, ¡y superoperativo!, ya que con sólo echar un vistazo podemos coger los pendientes que nos queremos poner sin tener que revolver en una cajita en la que ni encontramos nada, ni nos inspiramos a la hora de elegir. ¿A qué os gusta?



El único inconveniente de tipo de organizadores en el que los pendientes están al aire, es que los que son de plata se ennegrecen antes que si están cerrados, debido a que la plata se pasiva, o lo que es lo mismo, se forma un óxido en su superficie. Pero hay una manera muy fácil, rápida y ecológica de limpiarlos, que es frotándolos con un poco de bicarbonato de sodio. En un trozo de trapo colocamos el bicarbonato, encima los pendientes, y frotamos hasta dejarlos tan brillantes como nos gusten. ¡Así de fácil!

Espero que os hayan gustado estos dos truquillos. ¡Feliz semana!

Quinoa con verduras

Hoy no os traigo nada típico de carnaval, aunque os recuerdo mi receta de orejuelas, que son también las de mi madre, mi abuela, mi bisabuela, mis tías y mis hermanas, que es una receta familiar única y muy peculiar porque no lleva ninguna grasa en su masa. En realidad vengo con una receta que está especialmente indicada como una de las primeras comidas que podemos dar a los bebés, aunque que también puede servir para los mayores.

Es un plato completo, en el que la quinoa sirve para complementar a las verduras, aportando la proteína y los hidratos de carbono necesarios.

puerro, calabacín y calabaza
puerro, calabacín y calabaza

La quinoa, a veces también llamada quinua, es un pseudocereal de origen andino. Precisamente el pasado año la FAO lo declaró como el Año Internacional de la Quinoa. Aunque botánicamente no es un cereal auténtico, porque no es un gramínea, a los efectos se considera prácticamente como tal por su elevado contenido en hidratos de carbono.

quinoa

En realidad nutricionalmente es un alimento más completo y equilibrado que los cereales, con un alto contenido en proteínas, pues contiene todos los aminoácidos esenciales, incluida la lisina, la cual es muy escasa en los cereales. Por ello la quinoa es un buen sustituto de la proteína animal, pues equivale a esta, siendo por tanto muy adecuada para dietas vegetarianas. Como ya sabéis necesitamos los aminoácidos esenciales en nuestra dieta, ya que somos incapaces de sintetizarlos, y sin ellos no podríamos construir las cadenas de proteínas que necesita nuestro organismo.


En cuanto a sus hidratos de carbono tienen bajo índice glucémico (18) y además posee elevada cantidad de fibra, por lo que es un alimento ideal en dietas de adelgazamiento y diabetes.


quinoa con verduras

Es también una buena fuente de minerales y oligoelementos, entre los que destaca el calcio, junto con cantidades importantes de magnesio, hierro y fósforo y abundan las vitaminas del grupo B, la E y el ácido fólico.

Además no contiene gluten y por ello es apta para celiacos y es también rica en ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados por lo que ayuda a preservar la salud cardiovascular. ¿No os parece de lo más completa?

quinoa con verduras

Es importante lavar bien la quinoa antes de ponerla a cocer, pues es rica en saponinas, sustancias que amargan y producen espuma. Lavándola eliminamos esas saponinas y después podemos cocerla ya sin problema de modo muy parecido a cuando cocemos un arroz. Lo mejor para ello es colocarla en un colador y dejar que le caiga agua del grifo durante un par de minutos, removiendo con las manos, después dejamos que escurra y listo.

quinoa con verduras

Y sin más aquí os dejo la receta, y abajo del todo os explico cómo podéis adaptarla de un modo muy fácil para niños no tan bebés y para personas mayores. Como verduras he escogido calabacín, calabaza y puerro, pero podéis emplear judías verdes, berenjena o cualquier otra, eso sí, teniendo cuidado de no introducir en los primeros meses aquellas verduras con alto contenido en nitratos, que no son recomendables para los bebés.

Ingredientes:

calabacín
calabaza
puerro
quinoa
aceite de oliva virgen extra

- no pongo cantidades porque es un poco a gusto de cada uno. En las fotos veis cómo eran los trozos que añadí, y junto con ello puse 25 g de quinoa
- en una cazuela ponemos a calentar un chorro de aceite de oliva. Cuando esté caliente, pero no humeando, le añadimos las verduras troceadas en pequeños trocitos y las rehogamos durante unos minutos para que vayan sudando y se vayan ablandando
- cuando las verduras estén ya un poco "al dente" las cubrimos con agua, añadimos la quinoa, que anteriormente habremos lavado, y dejamos cocer todo junto hasta que la quinoa esté en su punto, durante 15 ó 20 minutos

quinoa con verduras

Sugerencias:

- no es necesario triturar con batidora esta mezcla para dársela a los bebés por muy pequeños que sean. Si los trozos son muy menudos lo comerán sin problema, y si os preocupa que se vayan a atragantar podéis aplastarlo un poco con un tenedor. Si se acostumbran desde el principio a la textura en vez de a los purés superfinos les costará menos empezar a masticar alubias, garbanzos y todo lo demás. 
- en realidad para un bebé que está empezando a comer, y teniendo en cuenta que hasta el año se le debe ofrecer antes de la alimentación complementaria el biberón o el pecho, la cantidad que he preparado puede ser incluso excesiva. Habrá bebés que se lo acaben todo, y otros que tomen dos cucharaditas y que ya no quieran más. Tanto lo uno como lo otro es normal, por lo que si vuestro bebé es de los de las dos cucharadas no debéis preocuparos.
- el calabacín, tratándose de bebés, mejor pelarlo, sobre todo si es comprado y no ecológico
- para los mayores podemos, en primer lugar, añadir un poco de sal, lo cual para los bebés hasta que no tienen por lo menos un año no se recomienda que tomen nada. Además, si queremos, podemos dejarlo más caldoso,  y tomarlo como sopa.
- y tanto para bebés, como para mayores en vez de agua podemos hacerlo con un caldo preparado previamente, por supuesto en casa, con agua, puerro, una hoja de laurel  y una carcasa de pollo, por ejemplo.
- ¡se me olvidaba!, esta receta la pueden tomar sin problema los bebés a partir de los 6 meses de edad

sábado, 15 de febrero de 2014

Magdalenas sin gluten con crema de cacao

El sábado pasado hicimos en casa una pequeña fiesta para celebrar el cumple de mi hijo mayor. ¡Tuvimos una suerte increíble!, porque el día anterior llovió, mejor dicho, ¡diluvió!, y al día siguiente nevó e hizo un frío horroroso y con mucho viento. Pero justo ese día, el sábado, aunque hizo frío, salió el sol, no hizo viento y no llovió.

magdalenas sin gluten

¡Y menos mal! porque gracias a eso los niños se pasaron la tarde jugando en el patio. Hacía frío, eso sí, y aunque se les hizo de noche ellos seguían en el patio, corriendo y jugando, ¡para ellos no hay frío que valga!

Se lo pasaron genial, cosa que si hubieran tenido que estar dentro de casa seguro que no habría sido igual. Y como cumplía ocho años hice una tarta con la forma de ese número, con un bizcocho abierto a la mitad, bueno dos, un relleno hecho a puro ojímetro con fresas, nata y queso de untar, y bañado por encima con un poco de ganache de chocolate. Quedó muy rica, pero fue soplar las velas, ¡y de nuevo al patio!, ¡pasaron de ella! dejan de comer y de hacer lo que sea por jugar.

Tarta de número 8

En realidad el cumpleaños no fue el sábado, sino que ha sido el miércoles de esta semana, y para ese día en cuestión preparé las magdalenas que os traigo hoy, y que Alonso llevó a clase para invitar a todos sus compañeros.

magdalenas sin gluten

Entre los niños de su clase hay uno que es celíaco, por lo que se me ocurrió hacerlas sin gluten, para que por una vez pudieran disfrutar todos los niños de la clase comiendo la misma cosa, y sin que ninguno tuviera que sentirse raro o extraño por no poder comer lo mismo que el resto. 

magdalenas sin gluten
magdalenas sin gluten

No os voy a decir lo ricas que estaban, pero el niño en cuestión le pidió la receta a mi hijo jajaja. Si las hacéis vais a comprobar que son como cualquier otra magdalena en cuanto a su textura, y además su sabor, buenísimo, porque con ingredientes ricos salen cosas ricas. ¿Y habéis visto qué copete tan precioso tienen?, pues no veáis lo bien que salen.

Son una adaptación de una receta de Xabier Barriga, y sin más aquí os dejo la explicación de cómo hacerlas:

magdalenas sin gluten
magdalenas sin gluten

Ingredientes:

170 g harina de arroz
30 g harina de teff
3 huevos medianos (165 g)
110 g azúcar
50 ml aceite de oliva virgen extra
20 g mantequilla fundida pero fría
1 sobre doble de gasificante para hacer gaseosas (usé de mercadona)
1 cucharadita (5ml) de extracto de vainilla
crema de cacao con avellanas sin gluten

- batimos el azúcar con los huevos hasta que duplique o casi triplique su volumen
- añadimos la mantequilla, la vainilla y el aceite de oliva poco a poco
- finalmente incorporamos la mezcla de harinas con el gasificante, que yo tamicé 6 veces para airearla bien, y batimos la masa durante 3 ó 4 minutos
- colocamos las cápsulas en bandejas para muffins


- echamos un poco de esa masa en las cápsulas, añadimos otro poco de crema de cacao, y volvemos a añadir más masa hasta casi un dedo del borde. Espolvoreamos azúcar por encima de ellas y horneamos en el horno precalentado, a 250ºC durante unos 10 minutos, hasta que suben, y después a 200ºC durante otros 15-20 minutos hasta que se terminan de hacer, lo cual podemos comprobar pinchándolas con un palillo

magdalenas sin gluten

Sugerencias:

- la receta original añadía 30 g de almidón de maíz pero como no estaba segura de si el almidón que tengo estaba libre de gluten en su lugar eché harina de teff. También podéis echar todo de harina de arroz, o todo de harina de teff.
- en lugar de crema de cacao se puede echar mermelada, arándanos o cualquier cosa que os guste
- yo pesé la cantidad de huevo que añadí, pero aunque varíe un poco no creo que pase nada.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Jabón con aceite usado

Hacía mucho que no os traía nada por aquí, pero espero que esta entrada de hoy os compense por ello. Desde que recuerdo siempre quise aprender a hacer jabón, y aunque no os lo creáis, después de estudiar toda una carrera de químicas, con especialidad en química orgánica, terminé sin saber hacer jabón.

Jabón de aceite usado

Diréis que qué más da que sea química orgánica que cualquier otra, pero no, no da igual, porque precisamente la reacción de formación del jabón, la tan sonada saponificación, es una reacción de química orgánica, una reacción de sustitución nucleófila sobre carbono carboxílico, ¡ahí es na!, y es que suele ocurrir, que en las universidades nos enseñan mucha teoría, pero las cosas prácticas y útiles de la vida, no siempre nos las cuentan.

Parece mentira que muchas mujeres mayores de los pueblos han hecho jabón toda la vida, y yo y tantos otros químicos como yo, ni idea. Y esa sabiduría de esas mujeres mayores en parte se está perdiendo, porque las más jóvenes no saben hacer, en la mayoría de los casos, todas las cosas que hacían sus madres, con lo que estamos perdiendo un legado de conocimientos muy importante, y es una pena.

Jabón de aceite usado

La primera vez que hice jabón, o por lo menos que lo intenté, tendría unos 25 años o así, y ¡menuda liada preparé! No sé de dónde saqué la receta, bueno sí, de algún libro que pillé en la biblioteca, pero no sé cuál.  En aquel entonces no había internet como lo hay ahora, sólo en algún sitio oficial, universidades y sitios parecidos, así que de internet os aseguro que no la saqué.

En fin, lo hice en una leñera y menos mal. ¡Ni os imaginais lo limpia que quedó la leñera cuando recogí todo el jabón líquido que se había caído!, ¡puf!, ¡qué trabajo para nada!. Pero no se me quitaron las ganas, y después de dos o tres experiencias con más o menos éxito, por fin aprendí a hacer jabón.

Jabón de aceite usado

Suelo hacerlo con los restos del aceite que uso en la cocina, ya que no mato ni ternero ni gocho, aunque alguna vez también lo he hecho con sebo que me han dado. Y la verdad es que me queda estupendo. Para las manchas de ropa, e incluso para limpiar los baños y fregar los cacharros, no hay nada más ecológico ni mejor.

Medidas de seguridad:

Antes de hacer jabón os aviso que tenéis que tomar ciertas precauciones, ya que usaréis sosa, la cual si no se usa con cuidado podría quemaros. Tampoco es cuestión de asustarse ni de ponerse una escafandra, pero hay que saber con qué tipo de producto estamos trabajando.

- en primer lugar, cuando lo hagáis, niños fuera
- usad guantes para proteger las manos
- si no lleváis gafas os recomiendo que os pongáis gafas de seguridad. La sosa es un álcali y estos, al contacto con los ojos son muy corrosivos, más que los ácidos. Si os cayera lejía sería igual de peligroso, pues también es un álcali. Y si tuvierais la mala suerte de que os saltara sosa a los ojos, id inmediatamente al grifo y lavad el ojo bajo el chorro de agua por lo menos durante 5 minutos. Después id al médico para que os aseguren que no tenéis ninguna lesión.
-  a la hora de preparar la disolución de sosa en agua, hay que añadir SIEMPRE la sosa sobre el agua, y no al revés. Esta es una medida de seguridad muy importante que debéis respetar siempre

Material necesario:

balanza digital
molde
espátula
termómetro que marque entre 0 y 100ºC
recipientes que no sean de aluminio
guantes
gafas de seguridad

Ingredientes:

1000 g de aceite usado
157 g de sosa
330 g de agua

Paso a paso:

- pesamos el agua y la sosa por separado
- añadimos la sosa sobre el agua a temperatura ambiente, removiendo un poco para que no se quede la sosa apelmazada en el fondo del recipiente. Haremos esto en un lugar ventilado, pues se desprenden vapores. Esta disolución libera mucho calor, por lo que debemos esperar hasta que la temperatura baje entre 49 y 60ºC. A esta mezcla de sosa y agua se le llama lejía.
- mientras, calentamos el aceite hasta una temperatura también entre 49 y 60ºC
- cuando la sosa y el aceite estén a la temperatura adecuada, añadimos poco a poco la sosa sobre el aceite y removemos con cuidado de no salpicar. No es necesario que estén a la misma temperatura, sólo que ambos estén en ese intervalo.
- con la batidora removemos intermitentemente: batimos y paramos, batimos y paramos, y así durante unos 15 minutos hasta que el jabón tenga una textura parecida a la de una mahonesa o una crema pastelera. En ese momento decimos que el jabón ha alcanzado la traza.
- llegados a este punto, removemos a mano para que salgan a la superficie posibles burbujas de aire y si queremos podemos añadir algún aceite esencial para dar olor, máximo 40 gramos 

Jabón de aceite usado


- seguimos dando vueltas para mezclar todo y finalmente lo vertemos en un molde y lo tapamos con una mantita o toalla para que se mantenga a una cierta temperatura y gelifique mejor
- cuando endurezca, que a veces ocurre en un día y otras en dos, lo cortamos en trozos del tamaño que queramos
- dejaremos que se seque durante un mínimo de 20 días antes de usarlo, mejor un mes, que es el tiempo aproximado que tarda en secarse y en finalizar la reacción de saponificación

Jabón de aceite usado

Consejos:

- utilizad sosa lo más pura posible, al menos de un 99% de pureza. La sosa es hidróxido de sodio, y a veces en los botes ponen hidróxido de sodio al 99%
- conviene filtrar el aceite antes de usarlo para eliminar todos los posos. Yo uso un filtro de café, pero de papel no, de los de plástico que son fijos
- usad un delantal y procurad tener los brazos tapados para evitar posibles salpicaduras
- si forráis el molde con papel de hornear os ayudará mucho a la hora de desmoldar el jabón
- después de verter el jabón en el molde lo golpearemos, con cuidado, contra la encimera, para que así suban más burbujas de aire y desaparezcan
- si no tenemos aceites esenciales podemos intentar perfumar nuestros jabones guardándolos en una caja con hierbas y flores aromáticas, que es como se hacía antiguamente, aunque el aroma será muy sutil, y más tratándose de un jabón hecho con aceite usado. También podemos poner a macerar el aceite con hierbas aromáticas antes de hacer el jabón. Así disimularemos también los posibles olores que pueda tener el aceite.
- este jabón no es adecuado para uso cosmético, es decir, para ducharse con él. No os pasará nada si lo hacéis, pero no va a beneficiar a vuestra piel. Para hacer jabones cosméticos hay que usar distinta proporción de sosa y aceite.
- y en caso de que no queráis hacer jabón, lo que jamás debéis hacer es tirar el aceite que os sobre por el desagüe, ya que depurar el agua cuando va mezclada con aceite es uno de los procesos más costosos que se llevan a cabo en las depuradoras. En todo caso llenad botellas con el aceite usado y tiradlas después a los contenedores de aceite, o también podéis empapar papeles de periódico con el aceite y tirarlos después a la basura normal.

martes, 4 de febrero de 2014

Coca de yogur

Hoy os traigo un bizcocho con unos ingredientes de lo más sencillos. Últimamente no tengo tiempo para complicarme haciendo recetas, así que las hago sencillitas, de esas que no entretienen demasiado pero que a pesar de ello están ricas.

Coca de yogur

Como siempre, intento que sean lo más naturales posible, ya que aunque no lo parezca, porque casi todas las recetas que veis por aquí son de dulces, sé bien que los hidratos de carbono refinados, y en concreto el azúcar, son algo de lo que no debemos abusar,  por eso en muchas recetas añado poco azúcar o harina integral para intentar "arreglarlo un poco".

Coca de yogur

Como en todas las cosas de la vida lo malo es el exceso, pero si somos más o menos moderados con los dulces y llevamos a cabo una alimentación equilibrada, incluyendo verduras, legumbres, y fruta en suficiente cantidad no tiene porque haber ningún problema, ¿no creéis?

Así que como yo como de todo eso en condiciones, me puedo permitir de vez en cuando tomarme un caprichito dulce, como este que os traigo hoy en forma de bizcocho ;)

Coca de yogur

Esta coca lleva el azúcar justo. Es un bizcocho denso, pero tierno, y con un saborcillo a limón riquísimo, que se aprecia aún más por no tener una cantidad excesiva de azúcar.

Coca de yogur

Y bueno, como siempre, aquí os dejo la receta y espero que si la hacéis os guste tanto como a mi.

Ingredientes:

200 g harina de trigo de repostería
100 g harina de avena integral
125 g azúcar
3 huevos
1 yogur natural
100 ml de leche
ralladura de un limón
3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (45 ml)
3 cucharadas (tbsp) de azúcar
2 cucharaditas (tsp) de levadura química
azúcar glass para decorar

- mezclamos el azúcar con las yemas, el aceite, la ralladura del limón, el yogur y la leche
- añadimos las harinas tamizadas con la levadura
- terminamos añadiendo las claras batidas a punto de nieve
- engrasamos un molde redondo, vertemos la masa en él y horneamos a 185ºC durante 30 minutos (horno precalentado)

Coca de yogur
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