Durante los últimos meses hemos estado con la huerta un poco paralizada, lo normal cuando las temperaturas son bajas. Apenas algunas coles, los puerros, y yo diría que nada más. Pero también durante esos meses Óscar ha ido preparando el terreno poco a poco, y sembrando, y ahora empezamos a recoger los frutos.
Lo primero que hemos recolectado han sido las habas, ¡qué ricas!, y qué pena que mis hijos sólo las comen camufladas, en fin, ya aprenderán, o eso espero. Las primeras que sembró ya se nos han acabado, y ahora estamos esperando a que la segunda tanda brote.
Entretanto, hemos comido un montón de lechugas, bien fresquitas, y en estos días estamos recogiendo los guisantes. Los ajos, que se suelen recoger por San Juan, aún no los hemos quitado, estamos esperando a que la tierra se seque un poco después de la lluvia que nos ha caído esta semana, porque si no los ajos van a estar muy embarrados y también húmedos y corre el peligro de que se estropeen. Estoy deseando recoger esos ajos, porque este año creo que se nos han dado muy bien y que las cabezas son de un buen tamaño. ¡Con un poco de suerte no compraré ningún ajo al año que viene!
Esto de la huerta a partir de ahora es ya un no parar, porque dentro de poco empezaremos a recolectar los pepinos, calabacines, las judías verdes...
Y claro, después nos toca comerlo todo, lo cual no es ningún sacrificio, sino todo lo contrario, un deleite, y como muestra os traigo esta frittata de habas, que es algo intermedio entre el clásico revuelto de habas con jamón y la tortilla.
Cuando las habas son pequeñas y muy tiernas se pueden comer con la vaina, igual que las judías verdes, pero en cuanto crecen un poco lo mejor es desgranarlas para comerlas.
Esta frittata para mi es ideal, por lo fácil que es de preparar, por su delicioso sabor y por lo resultona que es, ya que junto con una ensalada es una solución perfecta y saludable para cualquier comida, y también una opción original con la que sorprender a cualquier invitado que se nos presente en casa.
Espero que os haya gustado esta receta tanto como a mi. Y si sois tan suertudos de disfrutar en los próximos días de vuestras vacaciones de verano os deseo que los aprovechéis a tope ¡Feliz verano!
Ingredientes:
500 g habas sin vaina
1/2 cebolla grande
4 huevos
90 ml leche entera
50 g jamón serrano
50 g queso
aceite de oliva virgen extra
sal y pimienta
- en un cazo ponemos a calentar agua con sal y cuando rompa a hervir añadimos las habas y las dejamos hirviendo durante 5 minutos
- escurrimos las habas y dejamos que se enfríen
- mientras, cubrimos el fondo de una sartén de aceite, y cuando esté caliente, añadimos la cebolla, muy picada, y la freímos hasta que quede tierna y ligeramente dorada.
- cuando las habas se hayan enfriado a todas ellas les quitamos la piel exterior, y una vez hecho esto las añadimos sobre la cebolla y las rehogamos con ésta
- partimos el jamón en trozos pequeños y finos y lo añadimos también a las habas, salpimentamos y lo dejamos uno par de minutos más haciéndose en la sartén
- encendemos el horno a unos 190ºC con la función grill
- batimos los huevos y la leche, añadimos sobre estos otro poco de sal y los echamos en una sartén con aceite caliente, añadiendo por encima las habas, y dejamos que se cuaje, a fuego lento, durante unos 3 minutos.
- colocamos por encima de todo ello unas lascas de queso, retiramos la sartén del fuego y la introducimos en el horno, para que termine de hacerse por la parte de arriba, durante unos 5 unos minutos más.
Sugerencias:
- podéis añadir cualquier queso que os guste, yo eché uno de mezcla para que su sabor no predominase tanto como si hubiera sido de oveja
- antes de introducir la sartén en el horno, aseguraos de que todas sus piezas van a resistir el calor