Mostrando entradas con la etiqueta Navidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Navidad. Mostrar todas las entradas

lunes, 5 de enero de 2015

Roscón de Reyes


"Año Nuevo, Vida Nueva", o eso al menos es lo que dice el refrán. En mi caso os puedo asegurar que mi vida no ha cambiado en absoluto, sigue siendo exactamente igual, tan igual que aún no he terminado de embotar todo lo que hemos sacado de la huerta este año, y ya la estamos preparando para la siguiente temporada. Creo que esta semana o la que viene lo remato del todo, y os aseguro que ya tengo ganas. 

membrillo solitario en el árbol
conservas y huerta

Como ganas tenía ya de publicar esta entrada del roscón de Reyes. Sí, ya sé que hay recetas a montones, como la mía o parecidas, pero me apetecía publicarla. Desde que comencé con el blog la he ido dejando de lado, porque siempre hago el roscón para el día 6 y me viene muy justo el tiempo para escribir la receta, hacer las fotos y publicarla con la suficiente antelación, por si alguien quisiera hacer la receta para el día de Reyes.

Roscón de Reyes

Así que este año he pensado que la iba a publicar igualmente, pues así ya estará lista por si alguien la quiere hacer al año que viene.

Roscón de Reyes

A Óscar le encanta desayunar el día de Reyes con el roscón, así que, si ya era algo que hacía cada año cuando estaba soltera, ahora con mayor motivo. Y es que los stollens y panettones están muy bien, pero no tenemos que olvidarnos de nuestras tradiciones, sobre todo cuando son tan deliciosas, y menos aún si además van cargadas de tanta ilusión, como es en este caso.

Roscón de Reyes
Roscón de Reyes

En nuestra casa el día de Reyes está lleno de la alegría y del alboroto de los niños, que son los únicos que se resisten a desayunar, con tal de no abandonar ni un segundo sus regalos. Y es que a nosotros los que nos traen los regalos son los Reyes Magos. Papá Noél deja algunas cosillas en las casas de los tíos y de los abuelos, pero en la nuestra los protagonistas son los Magos de Oriente.

Roscón de Reyes

En fin, da igual si sois de los Reyes, o de Papá Noél, lo que importa es la alegría y la ilusión de los niños. ¡Me encanta ver su inocencia y sus caritas de felicidad! Justo en esos momentos me arrepiento de haber pensado alguna vez que ¡a ver cuándo crecen y dejan de ser tan guerreros!, ¡pobrecitos!, ¡cómo si yo nunca hubiera dado guerra a mis padres!. Pero tanto si lo quiero como si no, al final crecerán y esas caritas no las volveré a ver, salvo en los vídeos que les grabamos cada año en ese día tan especial.

Roscón de Reyes

No sé a vosotros, pero a mi una de las cosas que más me gustan de este día, aparte del roscón, es disfrutar de ese momento tan mágico preparando los regalos y después viendo a los niños, porque, de alguna manera, yo también  me vuelvo a convertir en una niña llena de ilusión.

Ingredientes:

500 g harina de fuerza
3 huevos medianos para la masa y otro para pintar el rosco
20 g levadura prensada (o unos 7 g de levadura seca de panadero)
250 ml de leche entera
100 g azúcar
100 g mantequilla a punto pomada
1 cucharada de agua de azahar (15 ml)
1 cucharada de ron (15 ml)
corteza de limón y de naranja, canela en rama
una pizca de sal

- la noche anterior preparamos un prefermento, se de este modo el roscón ganará en aromas y sabor. No es lo mismo que emplear masa madre, pero se le parece, y como mucha gente no dispone de masa madre, de este modo la receta resulta más fácil de hacer. Para ello medimos los 250 ml de leche, tomamos 70 g de ésta y los mezclamos con 100 g de harina y con 5 g de levadura prensada (ó 2 g si es seca). Amasamos bien hasta tener una bola. Tapamos con un paño húmedo la bola para que no se reseque su superficie y la dejamos fermentando toda la noche en el frigorífico. Si no queremos hacerlo de noche, dejaremos que fermente hasta duplicar su volumen.
- con el resto de la leche preparamos una decocción: en un cazo ponemos la leche con un buen trozo de cáscara de naranja y otro de limón; añadimos un palo de canela y la ponemos a hervir entre 2 y 5 minutos. Colamos la leche y dejamos que se enfríe hasta el día siguiente.
- al día siguiente sacamos el prefermento del frigorífico. Si vemos que se ha duplicado el volumen dejamos que coja la temperatura ambiente antes de usarla, en caso contrario dejamos que se atempere y además que termine de fermentar a temperatura ambiente hasta alcanzar el volumen deseado.
- cuando el prefermento esté listo lo mezclamos con la harina restante, los huevos, el azúcar, la leche, el ron, la sal y el agua de azahar. Para que el prefermento se integre bien en el resto de la masa es mejor partirlo en trocitos y mezclarlo así con el resto de ingredientes. Amasamos durante uno o dos minutos y entonces le añadimos la mantequilla. Amasamos bien y si la masa os resulta demasiado blanda, usamos la técnica del amasado francés hasta que resulte una masa manejable, elástica, lisa y brilllante y a ser posible que pase la prueba de la membrana, podéis ver aquí una foto, que consiste en que tomamos un trocito de masa y lo estiramos entre los dedos, para comprobar que se forma una membrana transparente y fina que no se rompe fácilmente. Esto puede llevar unos 15 minutos de amasado. Si se nos pega a la superficie de amasado podemos untarla con un poco de aceite, pero lo que no debemos hacer es añadir más harina.
- dejamos reposar sobre una superficie enharinada la masa que acabamos de obtener, tapándola con un paño húmedo, más o menos durante 1 hora, hasta que doble su volumen.
- amasamos de nuevo, formamos una bola, hacemos en el centro el agujero y lo colocamos sobre papel de horno. Si queremos colocamos una sorpresa y lo dejamos de nuevo tapado para que vuelva a duplicar su volumen.
- pintamos la superficie del roscón con huevo batido, rebajado con un poco de agua para que no se queme tanto y colocamos sobre éste frutas confitadas, almendras laminadas, azúcar mojado con agua o cerezas y lo introducimos en el horno precalentado a unos 180º C durante 25-30 minutos (como siempre depende de cada horno)
- para finalizar, dejamos que se enfríe el roscón sobre una rejilla, y entonces lo abrimos por la mitad y lo rellenamos de nata montada, que es como a mi más me gusta ;)

Sugerencias:

- con las cantidades que os he indicado podéis hacer un solo roscón muy grande o dos medianos, que es lo que yo he hecho, para ello sólo tenéis que dividir la masa en dos antes de formar el roscon, los roscones
- podéis adaptar los tiempos de levado a vuestro ritmo. Yo como estaba haciendo varias cosas a la vez, para que no me sobrefermentara la masa, la dejé reposando en el porche de casa que está casi a la misma temperatura que el frigorífico. El primer levado tardó unas 10 horas, y el segundo prácticamente otras tantas, porque estuvo fermentando toda la noche. Después, por la mañana, mientras precalenté el horno dejé que la masa se fuera atemperando.
- si podéis en lugar de usar un sucedáneo químico de agua de azahar a base de aromas artificiales, os recomiendo que uséis agua de azahar pura, ¡notareis la diferencia!
- os recomiendo que leáis este cuento, porque aparte de ser precioso os da muy buenas razones para que podáis decirles a vuestros hijos que los Reyes Magos, de verdad, sí existen

lunes, 24 de noviembre de 2014

Solomillo de cerdo con cebollitas confitadas y membrillos

Este sábado fue uno de esos días que nos solemos escapar a comer al campo. Hacía tan bueno que daba pena quedarse encerrado en casa, así que en cuanto Óscar llegó a mediodía, empaquetamos la comida, la cargamos en la pick-up, cogimos también la mesa y las sillas y marchamos al monte.

cebollas rojas,  aceite de oliva y pimienta

Hay que aprovechar estos días soleados y templados porque por está época ya no abundan. Una comida en el campo y un paseillo después, y te cargas de vitamina D y de montones de energía positiva. Por lo menos yo en este tipo de salidas recargo las pilas a base de bien.

Y como nos pilla cerca de casa, pues la comida iba directamente en la olla, tan ricamente. Bien cerrada y calentita. Ni tuper ni nada, en la misma olla en la que la había hecho.

Esto me recuerda la primera olla que tuve cuando empecé a vivir yo sola. Era una olla muy pequeñita, de 18 cm de diámetro, una cucada, casi de juguete. ¡Perfecta para mi, que por entonces también vivía en una casita de juguete! ¿Alguna vez os habéis preguntado porque las cosas pequeñas nos parecen tan bonitas?

membrillos cocidos

Desde entonces, como se suele decir, ha llovido y ha escampado. La olla aún existe, pero se la dí a mi madre cuando yo me compré otra de tamaño familiar. Y os confesaré algo: soy adicta a la olla. Casi todos los días la uso. Hago en ella las legumbres, los purés y las verduras. La uso también para esterilizar ciertas conservas que requieren una temperatura y una presión mayores que las que se alcanzan con un simple baño maría. Y también hago en ella la pasta, el arroz y la carne. Si se controlan bien los tiempos y la presión la comida queda perfecta.

Solomillo de cerdo

Otro día os explicaré más cosas sobre la olla y las razones por las que me gusta tanto usarla. No sé si vosotros la usareis tanto como yo o si sólo lo hacéis de vez en cuando, pero la receta que os traigo hoy es perfecta para que la hagáis con la olla y veáis el resultado.

En otras ocasiones esta misma receta la he hecho en el horno, pero creedme si os digo que no merece la pena encender el horno, precalentarlo y tenerlo encendido después durante más de media hora, cuando en la olla, sin precalentar, se tardan como mucho 15 minutos. Es un gasto de energía, de dinero, y de tiempo.

Solomillo de cerdo con cebollitas confitadas y membrillos
Solomillo de cerdo con cebollitas confitadas y membrillos

Con esta receta voy a participar en el concurso de recetas para el Día de Reyes, que organizan la página Claudia & Julia y Top Chef la revista.

Aunque en realidad sirve para cualquier día, me parece una receta de lo más indicada para el día de Reyes por varias razones, la primera, como os acabo de comentar, por lo rápida que es de hacer.

Otra razón es que este solomillo es de esas recetas que ganan de un día para otro, con lo que se puede preparar la víspera. Así, mientras los Reyes Magos colocan los regalos, nosotros podemos ir haciendo la comida del día siguiente ;)

Solomillo de cerdo con cebollitas confitadas y membrillos

Los que tenemos niños pequeños sabemos el lío que se prepara en casa ese día. Nos gusta estar con los niños y disfrutar de su alegría y de la ilusión que les hacen los regalos. Incluso si tenemos suerte, puede que nos toque montar una granja de playmobil o algo parecido. Así que, cuando te das cuenta, se ha pasado más de media mañana y aún estás en pijama, sin duchar, las camas sin hacer, todo lleno de papeles y bolsas por el medio, ¡y la comida sin hacer! Solución: dejar la comida hecha el día antes. Así, incluso te puedes permitir el lujo de salir al bar de la plaza a tomar...¡un mosto!

Solomillo de cerdo con cebollitas confitadas y membrillos

Pues ¡manos a la obra!, os dejo con este solomillo al que no hay que hacerle nada especial para que resulte sabroso,  tierno y ¡delicioso! Y aunque la salsa que lleva es de cebolla, le daremos un toque especial acompañándolo con unas cebollitas confitadas (¡me encanta la cebolla!) y con membrillo. Con una buena ensalada no se necesita nada más para comer ese día. Bueno, excepto quizás un buen postre, que podría ser, por ejemplo, una deliciosa compota de frutas secas, sin azúcar, muy adecuada también en esta época del año.

Solomillo de cerdo con cebollitas confitadas y membrillos

Si aún no tenéis en vuestra despensa membrillos id buscándolos en el mercado. Sólo tenéis que conservarlos en un sitio fresco para que os aguanten hasta esa fecha. Yo los tengo en un porche que ahora está a unos 13ºC, así que en cualquier balcón o terraza, sobre todo si dan al norte, se os conservarán estupendamente.

Ingredientes:

(aproximadamente para 4 personas)
1 solomillo de cerdo
1 cebolla mediana (200 g)
125 ml caldo de verduras
300 g cebollitas para confitar
400 g membrillos (4 pequeños aprox.)
sal,
coñac
pimienta negra (molida y en grano)
aceite de oliva virgen extra

cebollitas confitadas:
- lavamos las cebollitas, las pelamos y las colocamos enteras en un cazo con unos 125 g de aceite. No es necesario cubrirlas enteras con el aceite, sólo hasta la mitad, ya que poco a poco su tamaño se irá reduciendo, con lo que el aceite terminará por cubrirlas del todo. Ponemos a calentar el aceite con las cebollitas y lo dejaremos cociendo a fuego muy muy lento, de este modo las cebollitas irán evaporando el agua que tienen y se cocerán en el aceite
membrillos:
- por otro lado lavaremos los membrillos y sin pelarlos, los cortaremos a la mitad y los pondremos a cocer en agua durante al menos 5-10 minutos, o más tiempo si son muy grandes, hasta que estén blandos pero sin que lleguen a deshacerse. Cuando estén cocidos les colocamos en un escurridor y esperamos a que se enfríen. Una vez fríos, les quitamos las semillas, incluyendo la zona de alrededor de éstas que es también dura, y los cortamos en gajos de aproximadamente 1 cm de espesor. En una sartén añadimos un poco de aceite, muy poco, lo justo para manchar el fondo, y cuando esté caliente colocamos encima las rodajas de membrillo para que se doren. Con cuidado, les damos la vuelta, para que queden igual por ambos lados
solomillo:
- cubrimos el fondo de la olla de aceite y pochamos lentamente la cebolla, picada en trozos muy pequeños, hasta que quede blanda y medio transparente.
- cuando la cebolla esté lista la retiramos de la olla y la reservamos aparte. En el mismo aceite colocamos el solomillo, lo doramos por toda su superficie, y cuando esté le añadimos sal y pimienta (en polvo y unos granos), la cebolla pochada que teníamos reservada, el caldo, y un chorrillo de coñac. Cerramos la olla y dejamos que alcance la presión máxima. Desde ese momento lo dejaremos cociendo durante unos 12-15minutos. Al cabo de ese tiempo retiraremos la olla del fuego.

A la hora de servirlo colocaremos en el plato una porción de solomillo acompañada por 2 ó 3 cebollitas y por un poco de membrillo.

Sugerencias:

- yo usé cebollas rojas porque tenía un resto en casa, pero podéis hacerlo con cualquier tipo de cebolla
- si no conseguís membrillos podéis hacerlo con manzanas reinetas, pero en este caso no es necesario cocerlas, sólo debéis hacer el paso de la sartén. A vuestra elección dejo que la peléis o no. Los membrillos tienen la piel muy fina y no es necesario, pero las manzanas igual la tienen algo más gruesa. En cualquier caso la piel es fibra, así que no nos vendrá mal
- si vuestros membrillos son muy grandes los podéis cortar en cuartos en vez de en mitades para que se cuezan antes. Pinchándolos con un tenedor o brocheta sabréis cuando se han ablandado
- si no tenéis caldo podéis añadir agua en su lugar
- si lo queréis hacer en el horno lo precalentáis primero y lo horneais a 180ºC durante unos 40 minutos. Como siempre os digo, este tiempo va a depender un poco de cada horno, y en este caso también del tamaño del solomillo, así que vigilad la carne para que no se os haga más de la cuenta. Os podéis ayudar también tapando con papel de aluminio la bandeja donde lo vais a hornear para que no se dore más de la cuenta.
- y si os apetece un primer plato o algo más acompañando a este solomillo, os recomiendo un puré de patata espesito o una rica sopa...por ejemplo ¡de cebolla! ;)
- en caso de que lo hagáis el día anterior, dejad el paso de freír los membrillos justo para el último momento, antes de servir la carne. En cuanto a las cebollitas con templarlas ligeramente, también un poco antes de servir el plato, será suficiente.

espino y cesto con hojas de roble secas

las estrellas de tela que veis como adorno son muy fáciles de hacer: tenéis que buscar, o dibujar vosotros mismos, un patrón de estrella, lo recortáis en un cartón y con esta plantilla marcáis sobre una tela blanca, con un rotulador de los que se usan para patchwork, que se borran con agua, o con un lápiz. Cogéis dos piezas de estrella, las encaráis y con hilo y aguja vais dando puntadas todo alrededor cerrando la estrella. Antes de cerrarla del todo metéis dentro un poco de miraguano lo repartís bien por el interior y termináis de cerrar la estrella.  ¡Es muy fácil de hacer, incluso para alguien que no sepa coser!. Podéis hacer estrellas de distintos tamaños y unirlas por medio de un lazo, cuerda o un trozo de rafia, para formar una guirnalda, o colocarlas de adorno en vuestro Árbol de Navidad.

estrellas de tela

lunes, 30 de diciembre de 2013

Carbón de chocolate

Cuando éramos pequeños, cada año, en Navidad, nos amenazaban con que si nos portábamos mal los Reyes Magos nos iban a traer carbón. Yo jamás vi que eso le pasara a nadie, ¡y mira que había niños malos, que se portaban mal!, pero no, nunca vi que a ninguno le dejaran carbón. ¿Conoceis vosotros alguno?

carbón de chocolate

Lo que sí vi, muchas veces, es unas bolsitas que contenían algo de color negro que llamaban carbón, y que se parecía bastante al carbón de verdad que se quema en las estufas, pero era un carbón dulce. Si os digo la verdad jamás lo he probado, no tengo ni idea de a qué sabe.

Pero lo que si sé muy bien es que el carbón de chocolate que os traigo hoy está más que rico, eso sí, para que os guste como a mi, tenéis que ser adictos al chocolate.

carbón de chocolate

Vi esta receta hace años en un número de la revista Lecturas Cocina Fácil, y la guardé hasta ahora. Como sabéis casi siempre le doy mi toque a las recetas, y esta vez no iba a ser menos, así que la he cambiado ligeramente.

carbón de chocolate

Es rápida, fácil, rica, y yo creo que también divertida. No es de manchar mucha cacharrería, y me parece perfecta para hacerla con niños, porque no se necesita mucha precisión a la hora de hacer los trozos de carbón.

carbón de chocolate

En fin, que espero que os animéis a hacerla, y ya me contaréis lo que os ha parecido.

Ingredientes:

150 g harina integral
125 g chocolate fondant
60 g de chocolate fondant en trocitos (o gotas de chocolate)
60 g de mantequilla
50 g de azúcar glass
40 g de arándanos secos cortados en trozos pequeños
1 huevo
1 cucharada (tbsp) de azúcar moreno
2 cucharadas (tbsp) de cacao puro en polvo
1/2 cucharadita (tsp) de levadura química

- en un bol mezclamos la levadura con la harina y el cacao tamizados
- derretimos al baño maría el chocolate fondant y la mantequilla, y cuando estén fundidos añadimos los dos tipos de azúcar y el huevo
- añadimos a continuación la mezcla de la harina y el cacao, mezclamos bien y seguimos añadiendo el chocolate troceado y los arándanos. Volvemos a mezclar hasta que nos queda una masa densa y elástica
- cubrimos con film transparente y dejamos enfriar durante una hora en el frigorífico
- pasado ese tiempo cubrimos una bandeja con papel de horno y colocamos sobre ella montoncitos de masa. Horneamos en el horno precalentado a 200ºC durante 15 minutos. Como siempre os digo, cada horno es distinto, así que controlad para que el carbón os quede duro por fuera pero blando por dentro.
- finalmente dejamos enfriar sobre una rejilla.

carbón de chocolate

¡¡Y lo bueno es que estas galletas-carbón aguantan varios días, e incluso si las ponéis en una bandeja con el turrón o los polvorones no se os quedan revenidas, de hecho, creo que cada día que pasa están más ricas!!
¡Por cierto, también podéis encontrar esta receta en Petit-On!
Y por si no vuelvo por aquí hasta el año que viene:

feliz año 2014

viernes, 27 de diciembre de 2013

Stollen

Si hay algo que me gusta es amasar, notar cómo se transforma una masa entre mis manos a medida que se van formando las cadenas de gluten dentro de ella. Es toda una sensación notar ese cambio en las masas, es pura magia, pura química y me gusta.

Y es por eso que me encanta participar, siempre que puedo, en la propuesta de Bake the World, que este mes, como ya habréis adivinado, es el stollen

Stollen

La receta en cuestión, es un pan dulce navideño, típico alemán, y que yo personalmente no había hecho nunca hasta ahora. Y tengo que decir que me ha encantado. Es un pan muy aromático, ¡cómo para no serlo, con la mezcla de especias que lleva!

Stollen
Stollen

No me voy a enrollar mucho, sólo os diré que el stollen simboliza la manta del niño Jesús en el pesebre, de ahí esa capa blanca tan abundante de azúcar glass que lleva por encima, y las frutas de colores simbolizan los regalos de los Reyes Magos. ¡Jamás me hubiera imaginado que un pan pudiera simbolizar tantas cosas! bueno claro, sin pensar en lo típico del cuerpo de Cristo.

Temas religiosos y simbolismos aparte, la receta que he hecho, está a medias entre la de Ibán Yarza y la de Peter Reinhart en "El Aprendiz de Panadero". Reinhart aromatiza el stollen únicamente con canela y ralladura de naranja y limón, yo he añadido además, como hace Ibán, cardamomo, cilantro, clavo, nuez moscada y vainilla. En fin, son diferencias sutiles, pero el resultado ha sido increíble, y ¡tan aromático!. Sólo de oler la masa daban ya ganas de probarlo, no es la primera vez que pruebo una masa cruda, pero esta vez, aunque no lo creáis, me contuve.

Stollen

He usado levadura seca para hacerlo, igual que Reinhart, pero mi stollen no ha tardado en fermentar una hora como el de él, sino 4, ya que para ello he recurrido a una cámara de fermentación un poco especial: el porche de casa, a menos de 10ºC. De ese modo además de todo el aroma de las especias añadidas, consigo que este pan tenga todo el sabor que me puede proporcionar la harina a lo largo de esa lenta fermentación. No tan lenta como si se tratara de un pan hecho con masa madre, pero sí para un pan hecho a base de levadura.

Stollen

Hice sólo un pan, ¡un pedazo de pan!, ¡majestuoso!¡ qué pinta!, y no es porque lo haya hecho yo, pero era impresionante, tan grande, tan esponjoso, tan rico. Según lo estaba partiendo por la mitad ¡todos los aromas concentrados de las especias añadidas escaparon de golpe de su interior! ¡increible! ¡qué sensación!, de verdad que nunca había experimentado algo así, ¡uhmm!, parece que todavía lo estoy oliendo.

Desde que lo terminé de hornear hasta que lo abrí habían pasado 24 horas, y aún estaba muy tiernito. En realidad el stollen se deja secar varios días, incluso semanas antes de comerlo, aunque teniendo semejante delicia al alcance no sé cómo es posible aguantar varios días sin comérselo.

En fin, aquí os dejo este pan, bollo, o como lo queráis llamar, que está impresionante.

Stollen

Ingredientes:

Esponja:
115 g leche entera
65 g harina de fuerza
un sobre de levadura seca de panadería
Frutas:
150 g de pasas sin pepita
100 g piel de naranja y limón confitada, en la entrada del panettone os explico cómo lo hago
120 g de ron
Masa:
285 g harina de fuerza
40 g azúcar
5 g de sal
1 cucharadita (tsp) de ralladura de naranja
1 cucharadita (tsp) de ralladura de limón
1 cucharada (tbsp) de mezcla de varias especias molidas (yo añadí más o menos 1 cucharadita de canela, y el resto de cilantro, clavo, cardamomo, nuez moscada y vainilla)
1 huevo grande
70 g de mantequilla a temperatura ambiente
60 ml de infusión de vainilla en leche entera
40 g de almendras fileteadas
azúcar glass abundante para el acabado

- el día anterior ponemos a macerar las pasas y las pieles confitadas con el ron
 - preparamos la esponja mezclando la leche a unos 33ºC con la harina y la levadura. Tapamos con film y lo dejamos hasta que burbujee, más o menos una hora
- hacemos una infusión con la leche entera y un trozo de vaina de vainilla, en realidad yo hice una decocción, dejando que la vaina cociera lentamente en la leche durante unos minutos
- para la masa mezclamos la harina, el azúcar, la sal, las ralladuras y las especias. Añadimos la esponja, el huevo, la mantequilla y la leche (colada) y amasamos. Estrujamos con las manos la mantequilla junto con los demás ingredientes y amasamos hasta que poco a poco se va formando una bola blanda pero no pegajosa. Cuando la masa haya ligado tapamos y la dejamos reposar 10 minutos
- pasado ese tiempo empezamos a amasar. Estiramos la masa y la plegamos sobre sí, giramos y volvemos a empezar. La masa no es en exceso blanda ni pegajosa y se trabaja muy bien sin recurrir al amasado francés. En cuanto la veamos suave y brillante, le añadimos las frutas que teníamos macerando y las almendras y la colocamos en un bol engrasado, tapamos con plástico de cocina y la dejamos reposar a temperatura ambiente durante 45 minutos a 1 hora, lo justo para que crezca, pero sin llegara duplicar su volumen
- enharinamos la encimera y le damos a la masa forma de barra, dejándola fermentar de nuevo antes de meterla en el horno, a 180ºC durante una hora.
- al sacarlo del horno, y aún en caliente, lo pincelamos con mantequilla y a continuación lo espolvoreamos de abundante azúcar glass

Stollen

Sugerencias:

- podéis hacer como yo, retrasar la fermentación en un lugar frío, o dejarlo a temperatura ambiente, en cuyo caso tardará más o menos una hora en alcanzar un volumen 1,5 veces el inicial
- también podéis sustituir la leche por agua, e incluso añadir dátiles, orejones y lo que se os ocurra
- las especias que añadáis mejor que estén recién molidas: yo primero las aplasté con el rodillo entre dos láminas de papel de hornear, y después las machaqué con el mortero
- buscando información para hacer este pan, leí , no recuerdo dónde, que después de abrirlo por la mitad se juntan las caras cortadas y así se reseca menos. Bueno, ¡por probar!

lunes, 23 de diciembre de 2013

Puding de manzanas

¡Por fin vacaciones de Navidad! No os podéis hacer ni idea de las ganas que tenía. Llevo unos meses a tope, y me apetece estar en plan casero, sin moverme, como las gallinucas cuando empollan sus huevos, aquí, recogidita, con mis niños dando guerra a mi lado y nada más.

manzanas reinetas

Por primera vez desde hace tiempo, este año pasaremos las navidades en nuestra casa, en el pueblo. No iremos ni a Valladolid con mis padres, ni a Bilbao con mi suegra. Hasta ahora todos los años pasábamos 4 ó 5 días en un sitio, volvíamos a casa un par de días y de nuevo maletas al otro sitio. En un lado pasábamos la Nochebuena y en otro Nochevieja. Pero este año hemos dicho que se acabó. Se acabó de andar como locos de acá para allá por la carretera, se acabó pasarme las vacaciones sin disfrutarlas, haciendo y deshaciendo maletas. Se acabó de que los niños al no estar en casa se alteran más de la cuenta, molestan...supongo que me entendéis ¿verdad?

Puding de manzanas

Así que ¡hogar, dulce hogar!, aquí vamos a quedarnos, al calorcillo de nuestra estufa, y viendo de lejos las montañas llenas de nieve, que nos traen para aquí un frío que pela.

Este año me toca pensar en el menú navideño, que si os digo la verdad no me importa lo más mínimo. Intentaré hacer cosas sencillas, primero porque me quiero asegurar de que los niños coman, que estos en cuanto ven una cosa distinta ya están con el "no me gusta", y como sólo uno de ellos diga esas palabras el otro las repite en menos que canta un gallo.

Puding de manzanas

Y además tampoco me quiero complicar con el menú porque al fin y al cabo de lo que se trata es de reunirnos la familia y disfrutar, y aunque la comida sea algo más especial y más elaborada que las que solemos comer a diario, tampoco es plan de tirar la casa por la ventana y empezar a gastar como locos, al fin y al cabo hay que volver a recordar el antiguo "Espíritu de la Navidad", aquel que cuando yo era pequeña nos traían cada año películas como Mujercitas o Cuento de Navidad, con el avaro Scrooge, ¡qué tiempos aquellos!

Puding de manzanas

Y es que aunque no queramos siempre gastamos por esta época más de la cuenta, entre menús y regalos, porque nos gusta que nos regalen, y nos gusta regalar, pero a final muchas veces quizás nos pasamos sin querer. Yo por mi parte intento gastar lo menos posible, y si puedo los regalos los hago yo, sobre todo cuando sé que la persona que los va a recibir lo sabe valorar, si no, ni me molesto.

Puding de manzanas

En cuanto a los menús, como tenemos pollos, y un pavo, seguramente nos solucionarán una comida o una cena. Además tenemos lombardas en nuestra huerta, que nos encantan y que son tan tradicionales en esta época, con lo cual como podéis ver parte del menú no nos va a costar ni un duro euro. Aunque claro, alimentar a los bichos no es gratis, y da trabajo, igual que la huerta, pero es un dinero y un trabajo que merecen la pena, porque la comida natural criada y cultivada por un mismo es un lujo que no está al alcance de cualquiera.

plato vacío con cuchara

Y de postre os dejo aquí una receta sencilla, barata, y como se suele decir, de aprovechamiento, pero que no por ello deja de ser un postre riquísimo, lo cual demuestra que sin gastar demasiado se puede comer muy bien.

Y sin más, os deseo que paséis unos días muy felices disfrutando con vuestras personas más queridas y con las que os quieren, por que al fin y al cabo, de eso se trata la Navidad.

Os deseo que seáis muy felices.¡¡Feliz Navidad!!

Árbol de Navidad

Ingredientes:

1/4 litro de leche
700 g manzanas reinetas
4 cucharadas (tbsp) de azúcar, si sois muy golosos otro par de ellas
3 huevos
100 g de pan del día anterior

- mezclamos los huevos batidos, la leche y el azúcar y sobre esto añadimos el pan hecho trocitos. Removemos bien la mezcla para que el pan se empape con todo el líquido, y si queremos lo trituramos con la batidora, aunque no es necesario
- pelamos las manzanas y las cortamos en gajos
- caramelizamos una flanera con tapa, y colocamos sobre el caramelo una primera capa de manzanas, sobre ésta añadimos un poco de la mezcla de pan, huevos y leche y de nuevo otra capa de manzanas, otra de mezcla, y así sucesivamente hasta terminar la mezcla.
- colocamos la tapa en la flanera. En una olla a presión añadimos un vaso de agua, introducimos la flanera, cerramos la olla y dejamos que se haga el puding. En mi olla  presión media tarda 8 minutos, es una perfect, y empiezo a contar cuando ha subido el primer anillo
- una vez cocido, esperamos a que se enfríe y desmoldamos

Sugerencias:

- también se puede hacer en flaneras individuales y al horno, al baño maría, pero lo bueno de la olla es la rapidez, con lo que ahorramos tiempo, y dinero, que se está poniendo el recibo de la luz por las nubes
- este es un postre muy adecuado para terminar nuestras comidas cualquier día, pero más aún en estos días de fiestas, ya que lleva fruta, de la cual nos olvidamos un poco a base de tanto turrón y tanto polvorón, así que es una manera muy buena de comer fruta sin darnos cuenta y que nuestra comida se equilibre un poquillo.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Panettone vegano

De nuevo otra propuesta de Bake the World. Este mes se trata del panettone, ese rico dulce que hemos importado de Italia y que nos resulta ya tan familiar. Pero resulta que el año pasado publiqué una receta de panettone estupenda, así que como no era cuestión de repetir, y me apetecía participar,  sólo me quedaba una salida: hacer una versión algo peculiar de este dulce.

Panettone vegano
Panettone vegano


Y puestos a versionar se me ocurrió hacer un panetone vegano, ¡toma ya!, sin leche, ni mantequilla, ni huevo. Que en realidad ni es panettone ni es na, porque sin esos ingredientes, por definición, no hay panettone que valga. Pero en fin, se trataba de intentar hacer algo lo más parecido posible al original, aunque sin esos ingredientes fundamentales, ¡tela marinera!.

Panettone vegano

Y no voy a decir que me haya resultado fácil hacerlo, porque fácil no ha sido. La masa no conseguí que me quedara tan blandita como la del original, porque si la dejaba blanda se me pegaba como cosa mala, así que al final la hice algo más consistente. Aún así parecía como si no se ligara del todo. Desde luego que la prueba de la membrana desistí de realizarla y después de más de media hora amasando con la técnica del amasado francés, decidí dejar aquello como estuviera y darle una oportunidad a la formación del gluten a base de una larga fermentación. Y lo que no consiguió el amasado lo hizo el tiempo, porque después de hornear resulta que ha salido algo que, aunque no tiene la miga tan esponjosa de mi panettone original, está tiernito y muy rico.

Panettone vegano
Panettone vegano

Y sin más, aquí os dejo mi experimento. Aunque yo os aseguro que mientras siga siendo omnívora repetiré la receta del año pasado, por muy buena que me haya salido esta ¡ja, ja, ja!

Ingredientes:

Prefermento
90 g leche de avena
3 g levadura prensada
100 g harina de fuerza

Masa
400 g harina de fuerza
150 g azúcar
60 g leche de avena
12 g levadura prensada
80 g aceite de oliva virgen extra
 un pellizco de sal
2 cucharadas (tbsp) de lecitina de soja disueltas en 4 cucharadas de agua o leche de avena
1 cucharada de extracto de vainilla

Mezcla de frutas
100 g almendras fileteadas

- para el prefermento mezclamos la harina con la levadura y el agua o leche, tapamos con film de cocina  y dejamos fermentar entre 6 y 8 horas a temperatura ambiente.
- por otro lado, antes de empezar a preparar la masa,  hidratamos la lecitina añadiendo sobre ésta agua o leche de avena. Esto también podemos hacerlo la noche anterior. Si queda con aspecto granuloso lo batimos con unas varillas para deshacer esos gránulos y que quede como gelatina.
- para la masa del panettone mezclamos el prefermento, que estará lleno de burbujas, con la harina, el azúcar, la sal y la levadura. Después añadimos la lecitina hidratada, el extracto de vainilla y la leche de avena. Amasamos hasta mezclar todo bien y después le añadimos el aceite.
- seguimos amasando, yo empleé la técnica de amasado francés, consistente en levantar la masa y estirarla al tiempo que la doblamos sobre sí misma, y me ayudé untándo mis manos y la superficie de trabajo con aceite. Si hacéis la prueba de la membrana y la supera es el momento de añadirle la naranja y las almendras, y si os cansáis de amasar y no os atrevéis a hacer la prueba, como yo, también, aunque no sea muy "legal".
- damos a la masa forma de bola, la introducimos en los moldes, tapamos con film y dejamos que fermente despacio durante unas 8 horas o hasta que duplique su volumen
- horneamos en el horno precalentado a 180ºC durante unos 50 minutos, dependiendo de cada horno. A los 25 minutos más o menos yo lo tapé por encima con papel de aluminio.
- una vez cocido desmoldamos, dejamos enfriar sobre una rejilla y, aún caliente, lo bañamos por encima con una cucharada de azúcar disuelta en una cucharada de agua para darle brillo.

Panettone vegano
Panettone vegano

- Si os atrevéis a hacer esta versión y al modificar algo os sale mejor que a mi, me lo váis a decir ¿verdad?. 
- Aunque no tengáis papeles para el panettone podéis hacer como yo, que usé una fiambrera de acero, recorté un círculo de papel de horno para la base, y después coloqué un rectángulo de papel en el interior y pegado a la pared, dándole forma de cilindro y de la altura del panettone. Para que el papel no se abriera lateralmente lo corté de mayor perímetro que el molde de acero, de modo que diera prácticamente dos vueltas. 
- la lecitina de soja procurad comprarla sin OMG's, o lo que es lo mismo, que no esté modificada genéticamente.

Y nuevamente, publicando un panettone, aunque no sea el auténtico, os deseo que paséis unos días de Navidad muy felices en compañía de vuestros seres queridos. 

         ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
         ♥♥

martes, 18 de diciembre de 2012

Polvorones de aceite de oliva con canela y naranja

Cuando era pequeña recuerdo que uno de mis tíos, por encargo mi padre, nos mandaba desde Córdoba a Valladolid una caja de 5 kg de polvorones de una marca concreta. Entonces no había grandes superficies y si  mi tío no nos mandaba esos polvorones teníamos que comprar otros que no nos gustaban tanto. Para que os hagáis una idea de lo buenos que estaban y lo que nos gustaban, más de un año nos tuvo que mandar 2 cajas, porque si la mandaba a primeros de diciembre, cuando llegaba Navidad ya nos la habíamos comido y necesitábamos otra. Hay que decir, en nuestra defensa, que éramos una familia de 8.

Polvorones de aceite de oliva con canela y naranja

Y no sé si sería porque entonces había menos variedad de cosas dulces que ahora, o porque tampoco se comían tan a diario, o  porque éramos niños demasiado golosos o porqué, pero en cuanto llegaba la Navidad y mi madre preparaba las bandejas de dulces que estaban permanentemente sobre la mesa del comedor, era como si dieran barra libre y ¡ala! ¡al ataque!, nos poníamos morados a polvorones, mazapanes, turrón, y hasta peladillas. 

Polvorones de aceite de oliva con canela y naranja

Los polvorones, como otras muchas cosas resulta que ya no nos saben como cuando éramos pequeños, parece que no son iguales. O quizás los que no somos iguales somos nosotros y los polvorones sí...

En cualquier caso, desde hace pocos años hasta ahora, cada vez es más fácil encontrar polvorones hechos con aceite de oliva que son los que suelo comprar. Pero este año me dije ¿y porqué no hacerlos yo misma?. Y dicho y hecho. Y eso es lo que os traigo hoy, unos polvorones ricos hechos con aceite de oliva virgen extra y aromatizados con canela y naranja, y que cuando los probé sólo pude exclamar ¡oh Dios mío! ¡Qué ricos! Casi se me salen las lágrimas y es que, además del sabor, la sensación en el paladar es la de un polvorón de verdad  "de los comprados". Comer algo tan increíblemente rico y saber que lo has hecho tu hace que esté el doble de bueno, así que aquí os dejo la receta por si lo queréis comprobar personalmente. Son fáciles y rápidos de hacer, ¡animaos!

Polvorones de aceite de oliva con canela y naranja

Ingredientes:

250 g harina de repostería
100 g azúcar glass
1 cucharadita (tsp) de canela en polvo (mejor si es recién molida)
90 g aceite de oliva virgen extra congelado
30 ml de orujo
1 cucharadita (tsp) de ralladura de naranja

Preparando la masa

- antes de meter las manos en la masa debemos secar un poco la harina. Metemos la harina en el horno y la dejamos a unos 100 º C o poco más durante al menos una hora. Mientras esté en el horno cada poco le daremos vueltas para que se evapore el agua de un modo homogéneo. Veremos como la harina da la impresión de que se apelmaza. Pasado ese tiempo, y antes de que se empiece a tostar, sacamos la harina del horno
- por otro lado un poco antes de sacar la harina del horno sacaremos también el aceite del congelador para que se vaya ablandando un poco. La textura que debe tener debe ser similar a la de la manteca, es decir, ni líquido ni congelado. Es como cuando decimos mantequilla a punto pomada, pero con el aceite.
- en el momento en que el aceite adquiere esa textura lo mezclamos con el azúcar y batimos bien. Mejor si usamos un bol que esté frío.
-añadimos después la canela (mejor tamizada), el orujo y la ralladura de naranja y mezclamos bien.
-finalmente añadimos la harina, que no hace falta tamizar, porque no queremos que quede aireada. Amasamos todo, ya fuera del bol, y veremos que la masa tiene un aspecto similar al de una típica masa quebrada hecha con mantequilla, sólo que se desmenuza más.
 - apretamos bien la masa para que no se deshaga y con ayuda de dos láminas de papel de horno la estiramos con el rodillo con suavidad hasta dejarla del grosor de un cm. La cortamos con la forma deseada, redonda,  con formas navideñas o lo que sea.
- cocemos en el horno precalentado a 150ºC durante unos 15 minutos o hasta que estén ligeramente dorados.
- los sacamos del horno, los colocamos sobre una rejilla y una vez fríos los espolvoreamos con azúcar glass, con azúcar y canela o con lo que queramos.

Polvorones de aceite de oliva con canela y naranja
Polvorones de aceite de oliva con canela y naranja

Sugerencias y datos:

- aunque al meter el aceite en el frigorífico alcanza rápidamente la textura que os he explicado, yo lo he congelado porque en cuanto se saca a temperatura ambiente se deshace mucho, y si está congelado tarda más.
- al sustituir la manteca por aceite no estamos haciendo polvorones light. Todas las grasas, ya sean aceites, mantequilla, manteca u otras, tienen exactamente el mismo contenido en calorías, 9 kcal/g. Pero el aceite de oliva es cardioprotector por su elevado contenido en ácido oleico (monoinsaturado) y en ácidos grasos poliinsaturados omega-3, cosa que la manteca, si no es cerdo ibérico, no nos aporta ningún beneficio.
- otra versión que podéis hacer es añadiendo almendra molida a la masa, o echar un poco de sésamo por encima de los polvorones.
- también podéis hacerlos con formas navideñas. A mis hijos les encantan. Ya sabéis que aunque sepan igual que los redondos entran mejor por los ojos si tienen una forma especial.
- para envolverlos con papel de seda: cortáis un rectángulo, en los extremos hacéis unos flecos con una tijera, y los enrolláis como si fueran un caramelo. ¡Quedan preciosos!
- esta receta la podéis encontrar también entre las recetas de diciembre de Petit-On, junto con otras deliciosas recetas con canela
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...