lunes, 24 de noviembre de 2014

Solomillo de cerdo con cebollitas confitadas y membrillos

Este sábado fue uno de esos días que nos solemos escapar a comer al campo. Hacía tan bueno que daba pena quedarse encerrado en casa, así que en cuanto Óscar llegó a mediodía, empaquetamos la comida, la cargamos en la pick-up, cogimos también la mesa y las sillas y marchamos al monte.

cebollas rojas,  aceite de oliva y pimienta

Hay que aprovechar estos días soleados y templados porque por está época ya no abundan. Una comida en el campo y un paseillo después, y te cargas de vitamina D y de montones de energía positiva. Por lo menos yo en este tipo de salidas recargo las pilas a base de bien.

Y como nos pilla cerca de casa, pues la comida iba directamente en la olla, tan ricamente. Bien cerrada y calentita. Ni tuper ni nada, en la misma olla en la que la había hecho.

Esto me recuerda la primera olla que tuve cuando empecé a vivir yo sola. Era una olla muy pequeñita, de 18 cm de diámetro, una cucada, casi de juguete. ¡Perfecta para mi, que por entonces también vivía en una casita de juguete! ¿Alguna vez os habéis preguntado porque las cosas pequeñas nos parecen tan bonitas?

membrillos cocidos

Desde entonces, como se suele decir, ha llovido y ha escampado. La olla aún existe, pero se la dí a mi madre cuando yo me compré otra de tamaño familiar. Y os confesaré algo: soy adicta a la olla. Casi todos los días la uso. Hago en ella las legumbres, los purés y las verduras. La uso también para esterilizar ciertas conservas que requieren una temperatura y una presión mayores que las que se alcanzan con un simple baño maría. Y también hago en ella la pasta, el arroz y la carne. Si se controlan bien los tiempos y la presión la comida queda perfecta.

Solomillo de cerdo

Otro día os explicaré más cosas sobre la olla y las razones por las que me gusta tanto usarla. No sé si vosotros la usareis tanto como yo o si sólo lo hacéis de vez en cuando, pero la receta que os traigo hoy es perfecta para que la hagáis con la olla y veáis el resultado.

En otras ocasiones esta misma receta la he hecho en el horno, pero creedme si os digo que no merece la pena encender el horno, precalentarlo y tenerlo encendido después durante más de media hora, cuando en la olla, sin precalentar, se tardan como mucho 15 minutos. Es un gasto de energía, de dinero, y de tiempo.

Solomillo de cerdo con cebollitas confitadas y membrillos
Solomillo de cerdo con cebollitas confitadas y membrillos

Con esta receta voy a participar en el concurso de recetas para el Día de Reyes, que organizan la página Claudia & Julia y Top Chef la revista.

Aunque en realidad sirve para cualquier día, me parece una receta de lo más indicada para el día de Reyes por varias razones, la primera, como os acabo de comentar, por lo rápida que es de hacer.

Otra razón es que este solomillo es de esas recetas que ganan de un día para otro, con lo que se puede preparar la víspera. Así, mientras los Reyes Magos colocan los regalos, nosotros podemos ir haciendo la comida del día siguiente ;)

Solomillo de cerdo con cebollitas confitadas y membrillos

Los que tenemos niños pequeños sabemos el lío que se prepara en casa ese día. Nos gusta estar con los niños y disfrutar de su alegría y de la ilusión que les hacen los regalos. Incluso si tenemos suerte, puede que nos toque montar una granja de playmobil o algo parecido. Así que, cuando te das cuenta, se ha pasado más de media mañana y aún estás en pijama, sin duchar, las camas sin hacer, todo lleno de papeles y bolsas por el medio, ¡y la comida sin hacer! Solución: dejar la comida hecha el día antes. Así, incluso te puedes permitir el lujo de salir al bar de la plaza a tomar...¡un mosto!

Solomillo de cerdo con cebollitas confitadas y membrillos

Pues ¡manos a la obra!, os dejo con este solomillo al que no hay que hacerle nada especial para que resulte sabroso,  tierno y ¡delicioso! Y aunque la salsa que lleva es de cebolla, le daremos un toque especial acompañándolo con unas cebollitas confitadas (¡me encanta la cebolla!) y con membrillo. Con una buena ensalada no se necesita nada más para comer ese día. Bueno, excepto quizás un buen postre, que podría ser, por ejemplo, una deliciosa compota de frutas secas, sin azúcar, muy adecuada también en esta época del año.

Solomillo de cerdo con cebollitas confitadas y membrillos

Si aún no tenéis en vuestra despensa membrillos id buscándolos en el mercado. Sólo tenéis que conservarlos en un sitio fresco para que os aguanten hasta esa fecha. Yo los tengo en un porche que ahora está a unos 13ºC, así que en cualquier balcón o terraza, sobre todo si dan al norte, se os conservarán estupendamente.

Ingredientes:

(aproximadamente para 4 personas)
1 solomillo de cerdo
1 cebolla mediana (200 g)
125 ml caldo de verduras
300 g cebollitas para confitar
400 g membrillos (4 pequeños aprox.)
sal,
coñac
pimienta negra (molida y en grano)
aceite de oliva virgen extra

cebollitas confitadas:
- lavamos las cebollitas, las pelamos y las colocamos enteras en un cazo con unos 125 g de aceite. No es necesario cubrirlas enteras con el aceite, sólo hasta la mitad, ya que poco a poco su tamaño se irá reduciendo, con lo que el aceite terminará por cubrirlas del todo. Ponemos a calentar el aceite con las cebollitas y lo dejaremos cociendo a fuego muy muy lento, de este modo las cebollitas irán evaporando el agua que tienen y se cocerán en el aceite
membrillos:
- por otro lado lavaremos los membrillos y sin pelarlos, los cortaremos a la mitad y los pondremos a cocer en agua durante al menos 5-10 minutos, o más tiempo si son muy grandes, hasta que estén blandos pero sin que lleguen a deshacerse. Cuando estén cocidos les colocamos en un escurridor y esperamos a que se enfríen. Una vez fríos, les quitamos las semillas, incluyendo la zona de alrededor de éstas que es también dura, y los cortamos en gajos de aproximadamente 1 cm de espesor. En una sartén añadimos un poco de aceite, muy poco, lo justo para manchar el fondo, y cuando esté caliente colocamos encima las rodajas de membrillo para que se doren. Con cuidado, les damos la vuelta, para que queden igual por ambos lados
solomillo:
- cubrimos el fondo de la olla de aceite y pochamos lentamente la cebolla, picada en trozos muy pequeños, hasta que quede blanda y medio transparente.
- cuando la cebolla esté lista la retiramos de la olla y la reservamos aparte. En el mismo aceite colocamos el solomillo, lo doramos por toda su superficie, y cuando esté le añadimos sal y pimienta (en polvo y unos granos), la cebolla pochada que teníamos reservada, el caldo, y un chorrillo de coñac. Cerramos la olla y dejamos que alcance la presión máxima. Desde ese momento lo dejaremos cociendo durante unos 12-15minutos. Al cabo de ese tiempo retiraremos la olla del fuego.

A la hora de servirlo colocaremos en el plato una porción de solomillo acompañada por 2 ó 3 cebollitas y por un poco de membrillo.

Sugerencias:

- yo usé cebollas rojas porque tenía un resto en casa, pero podéis hacerlo con cualquier tipo de cebolla
- si no conseguís membrillos podéis hacerlo con manzanas reinetas, pero en este caso no es necesario cocerlas, sólo debéis hacer el paso de la sartén. A vuestra elección dejo que la peléis o no. Los membrillos tienen la piel muy fina y no es necesario, pero las manzanas igual la tienen algo más gruesa. En cualquier caso la piel es fibra, así que no nos vendrá mal
- si vuestros membrillos son muy grandes los podéis cortar en cuartos en vez de en mitades para que se cuezan antes. Pinchándolos con un tenedor o brocheta sabréis cuando se han ablandado
- si no tenéis caldo podéis añadir agua en su lugar
- si lo queréis hacer en el horno lo precalentáis primero y lo horneais a 180ºC durante unos 40 minutos. Como siempre os digo, este tiempo va a depender un poco de cada horno, y en este caso también del tamaño del solomillo, así que vigilad la carne para que no se os haga más de la cuenta. Os podéis ayudar también tapando con papel de aluminio la bandeja donde lo vais a hornear para que no se dore más de la cuenta.
- y si os apetece un primer plato o algo más acompañando a este solomillo, os recomiendo un puré de patata espesito o una rica sopa...por ejemplo ¡de cebolla! ;)
- en caso de que lo hagáis el día anterior, dejad el paso de freír los membrillos justo para el último momento, antes de servir la carne. En cuanto a las cebollitas con templarlas ligeramente, también un poco antes de servir el plato, será suficiente.

espino y cesto con hojas de roble secas

las estrellas de tela que veis como adorno son muy fáciles de hacer: tenéis que buscar, o dibujar vosotros mismos, un patrón de estrella, lo recortáis en un cartón y con esta plantilla marcáis sobre una tela blanca, con un rotulador de los que se usan para patchwork, que se borran con agua, o con un lápiz. Cogéis dos piezas de estrella, las encaráis y con hilo y aguja vais dando puntadas todo alrededor cerrando la estrella. Antes de cerrarla del todo metéis dentro un poco de miraguano lo repartís bien por el interior y termináis de cerrar la estrella.  ¡Es muy fácil de hacer, incluso para alguien que no sepa coser!. Podéis hacer estrellas de distintos tamaños y unirlas por medio de un lazo, cuerda o un trozo de rafia, para formar una guirnalda, o colocarlas de adorno en vuestro Árbol de Navidad.

estrellas de tela
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