Hola, ¿qué tal? como veis de nuevo reaparezco por aquí. Estos últimos días han sido en parte especiales, ¡por fin hemos visto y tocado la nieve! Los niños tenían muchíiiiisimas ganas de nieve, y a pesar de que no ha sido mucho lo que ha caído, y de que tampoco nos ha durado mucho, han podido hacer un muñequito de nieve y pisarla y saltar sobre ella. ¡Ojalá nevara algo más!, pero mejor poco que nada. Hoy ha amanecido también nevado, pero ha salido el sol y apenas quedan ya unos pocos tejados blancos.
Y creo que ya no tendremos mucha más nieve por este año. ¿Qué por qué digo eso?, pues porque desde hace algo menos de una semana ya hay cigüeñas ocupando los nidos vacíos en la torre de la iglesia, y si los refranes se cumplen, uno de ellos dice: "Por San Blas la cigüeña verás. Y si no la vieres, año de nieves", así que las cigüeñas no podían haber sido más puntuales, porque San Blas es mañana. ¡Y ya comprobaremos si se cumple o no el refrán!. Pero no con nevadillas como la de hoy, ¡sino con nevadas de verdad!
Y al igual que la nieve, que es típica de invierno, yo de nuevo os traigo un pastel de castañas, que también son típicas de invierno. Después de hacer esta tarta y las trufas seguí con ganas de hacer más cosas con este fruto seco que jamás había usado en los postres, pero que resultó ser todo un hallazgo. Y cuando ya pensaba que no iba a encontrar más castañas hasta el año que viene, resulta que vi unas en la frutería que, aunque no os lo creáis, me hablaban y me decían "¡cómpranooos!, ¡cómpranooos!". Y yo la verdad es que no me hice mucho de rogar, para estas cosas soy una chica fácil, ¡qué le vamos a hacer!, ¡y las compré!.
Este año ha habido unas castañas increíbles: gordas, sabrosas, sanas, sin un triste gusano. Por lo visto la cosecha ha debido ser muy buena, y la verdad es que yo doy fe de ello, porque pocos años he comido castañas tan buenas como este. ¿Y vosotros? ¿Habéis comido castañas buenas?. Espero que sí, y os animo a que probéis este rico pastel, que además es fácil y rápido de hacer, y ya sé que esto os lo digo siempre, pero es que es la verdad. ¿Os atrevéis con este pastel tan rico? :)
Ingredientes:
Masa quebrada:
250 g harina floja
125 g mantequilla
70 g azúcar
1 huevo
1 pizca de sal
1 cucharadita de nata (opcional)
Relleno:
2 huevos
200 ml nata
75 g azúcar moreno
400 g castañas
50 g almendras fileteadas
cacao en polvo para adornar
- cocemos las castañas con unos anises tal y como os expliqué cuando hice la tarta de castañas con bombones y trufas. Mientras se cuecen preparamos la masa quebrada: mezclamos la harina, la sal y el azúcar. Añadimos la mantequilla cortada en dados y la amasamos con la mezcla anterior hasta que se formen como migas. sobre estas migas añadimos el huevo, un poco batido, y la nata. Mezclamos todo bien hasta que nos quede una masa homogénea, formamos con ella un bola, la tapamos con film y la metemos al frigorífico durante aproximadamente 1 hora.
- al cabo de ese tiempo sacamos la masa del frigorífico y forramos con ella un molde, que antes habremos engrasado. La pinchamos con un tenedor y la tapamos con papel de horno, o de aluminio, colocando por encima unos garbanzos. La cocemos así, en el horno precalentado a 180ºC, durante 20 minutos.
- entre tanto, una vez que las castañas se han cocido, las mezclamos con el azúcar, la nata y los huevos y lo batimos para hacer una especie de puré.
- cuando hayamos sacado la masa del horno añadimos dentro de esta el puré, y sobre éste las almendras fileteadas, y volvemos a cocerla durante otros 20 minutos más.
- dejamos que se enfríe y añadimos por encima un poco de cacao en polvo con ayuda de un colador.
Sugerencias:
- podéis hacer la masa quebrada con harina de avena, ¡está buenísima!, el sabor de la avena junto con el de las castañas le da un toque increíble. Y se hace exactamente igual que cuando se añade harina de trigo
- también si queréis podéis añadir un poco de esencia de vainilla a esta masa
- aunque no os lo creáis, si tardáis dos o tres días en acabarla, comprobaréis ¡que cada día que pasa está mejor que el anterior!
- ¡estoy alucinada con las castañas!¡qué ricas!, ¿a que se me nota?
- y lo último: tened cuidado al cocer la tarta, ya sabéis que cada horno es un mundo, así que vigilad y si veis que es mucha temperatura o mucho tiempo lo paráis antes. Y pinchad el relleno con una aguja para comprobar si está bien hecho. Ya sabéis, si la aguja sale limpia ¡ya está!
- esta receta la he adaptado de un libro titulado "Quiches, tartas & cakes"