Cuando hace ya casi tres años comencé este blog, lo hice con una entrada de un curso de restauración de muebles que acababa de impartir. Después, poco a poco, empecé con las recetas, intercalando de vez en cuando alguna entrada más con cosas de las que hago.
Más tarde comencé otro blog con intención de poner en él esas otras cosillas que hago y que enseño a hacer en los cursos, pero finalmente he decidido que voy a poner todo en un único blog. Al fin y al cabo, publico muchas más recetas en comparación con cualquier otra cosa, y el otro blog el pobre estaba tan abandonado, que para eso no merece la pena tener dos blogs.
Así que después de este lío, me he traído a este blog las entradas del otro, y si sois aficionados como yo a hacer un poco de todo, quizás mis diy os inspiren para hacer cosillas, si no, puede que a partir de ahora os vaya picando un poco el gusanillo.
Hoy os traigo un casillero que restauré este invierno. El pobre estaba tan abandonado como el susodicho blog, y cuando me preguntó Óscar que si quería una estantería que había encontrado tirada donde su madre enseguida le dije que sí. ¡A mi en principio todo me vale!, aunque estaba bastante cochambrosa, esa es la verdad.
Lo primero que tuve que hacer fue limpiarla a base de lija. Mirad como estaba y como se quedó
Una vez lijada mi idea era pintarla de blanco decapado, como podéis ver en la primera foto. Tenía un resto de una imprimación blanca al agua, que empleé para la primera mano, y así gasté ese resto de pintura.
Después con otro sobrante que tenía de esmalte acrílico blanco mate le di otro par de manos. Cuando la pintura se hubo secado pasé un poco la lija por los bordes para levantar un poco la pintura y para darle así el efecto decapado, después un poco de cera incolora, frotar ¡y listo!
Ya sólo me faltaba colgarla...y rellenarla:
Como veis lo de rellenarla fue fácil, y la verdad es que tener todas mis cosas tan a mano me ha venido fenomenal, porque a veces me daba pereza ponerme a hacer algo sólo por no tener que buscar el material.
¿Qué os ha parecido? ¿Os atrevéis con este tipo de cosas?
La próxima entrada os prometo que será dulce...y rica, ¡ya estoy con ella! ;)