Aquí vuelvo a la carga y con nueva receta. Y como os podéis imaginar estoy supercontenta por haber ganado el concurso de Con las zarpas en la masa, en la categoría de mejor fotografía. ¡¡Muchas gracias por este superregalo y por todos lo comentarios que me habéis hecho tan estupendos!!
Y como parece que de fotos va la cosa os contaré que esta semana varias amigas que comparten conmigo la afición por la fotografía y yo, hemos decidido hacer en nuestros blogs un post con algo en común: la menta. Todas nosotras tenemos blogs de temáticas muy diferentes, pero esta semana vamos a compartir una idea común además de nuestra afición fotográfica. Os aseguro que en cada uno de ellos vais a encontrar ideas y propuestas estupendas porque son muy creativas y tienen unos blogs preciosos, así que os recomiendo que os paséis por:
el de Ana, Los colores de la vida
el de Begoña, Living Walldressers
el de Mariu, Gelatina de Plata
¡Seguro que os encantan!
Y volviendo a mi receta, es de las que si te gusta la combinación de menta y chocolate te entusiasmará, pero si no te va mucho, a lo mejor no te hace demasiada gracia..., ¡o a lo mejor a partir de ahora te empieza a gustar también!
La verdad es que lo tuve bastante fácil, porque tengo en mi patio un montón de menta, así que rápidamente se me ocurrió preparar un helado, y claro, para que no fuera tan simplón, ¿qué mejor que añadirle unos tropezones de chocolate? ¿no os parece? Tipo After eight, pero a lo español, fresquito y veraniego. ¡Y no será por que haga calor, la verdad!, porque al menos aquí, donde yo vivo, seguimos con la estufa encendida y más bien parece que estemos en pleno otoño. ¡Pero si el tiempo no se anima nos animaremos nosotros!, que ya estaba yo echando de menos hacer algún heladillo.
Y para colmo, con frío y pasados por agua, hoy son las fiestas del pueblo, y no es que haya gran cosa, porque al fin y al cabo esto es un pueblín de 400 habitantes, que no se puede comparar con un pueblo grande ni con una capital, pero tendremos que poner al mal tiempo buena cara, y quizás, esta tarde, salir con los niños un poco para que vean el ambientillo, ¡¡esperemos que al menos no nos llueva!!
Y sin más aquí os dejo las instrucciones para preparar este helado, con un sabor a menta suaaave y riquísimo, y que no puede ser más fácil de hacer, y como veréis, en mi línea, ¡¡sin colorantes artificiales!!
Ingredientes:
200 ml de leche entera
3 huevos
50 g azúcar
200 ml nata 35% materia grasa (1 brick pequeño)
50 g de chocolate en gotas
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 buen manojo de menta fresca (más o menos el doble de grande que el que veis en la primera foto)
1 cucharadita de té matcha
- lavamos y troceamos las hojas de menta y las ponemos a infusionar con la leche: calentamos la leche sin que llegue a hervir, añadimos las hojas y dejamos cocer muy lento y tapado durante unos 10 minutos o algo más. Así la leche se irá cargando con los aceites esenciales de la menta y además tomará un ligero color verdoso
- mezclamos 2 yemas de huevo con un huevo entero, el azúcar y el té y batimos. Le añadimos la nata y todo ello lo ponemos a cocer al baño maría, dándole vueltas hasta que espese
- retiramos del fuego y mezclamos con las gotas de chocolate y con la leche que habíamos infusionado, eso sí, colando antes las hojas de menta. Batimos bien para homogeneizar y finalmente añadimos el extracto de vainilla y lo metemos en la heladera
Sugerencias:
- si no tenéis menta fresca podéis probar con infusión, aunque yo no lo he hecho y no os aseguro el resultado. ¡Pero infusión de menta!, no de menta poleo, que no es lo mismo
- para las gotitas de chocolate también podéis fundir chocolate al baño maría, rellenar con él una manga y dejarlo caer en forma de gotitas sobre papel de horno hasta que se enfríe, y si no, podéis añadir simplemente trocitos de chocolate
- y si no tenéis heladera ya sabéis: congelar 15 minutos, batir, volver a congelar y volver a batir, para evitar que cristalice
- el té matcha es para acentuar el color verde, así que podéis añadir algo más si queréis (o menos). Y si veis que os queda algún grumo del té sin deshacer no dudéis en usar la batidora