jueves, 27 de junio de 2013

Piruletas de pan con lacasitos

¿Habéis jugado alguna vez al teléfono estropeado? Si es así entenderéis como una idea inicial puede degenerar hasta transformarse en otra.

¿Qué porqué os digo esto? Pues porque eso es, ni más ni menos, lo que me pasó con esta receta. Un día cogí un par de lacasitos y me los llevé a la boca con un pedazo de pan, ¡y jo, qué rico! era el sabor de toda la vida de pan con chocolate, así que se me ocurrió hacer eso, un panecillo pequeño con lacasitos en su interior para que merendaran los niños.

piruleta de pan con lacasitos

Me pareció buena idea, ¡para que lo vamos a negar!, porque al fin y al cabo es algo más que un simple bocadillo de chocolate. Los bocadillos de pan con chocolate son raros, al menos para mi, porque parece que el pan va por un lado y el chocolate por otro, y al final acabas con cada cosa de una mano, y la mano del chocolate todo pringosa y con peligro por lo que se pueda tocar, ¿tengo o no tengo razón?

En cambio, un pan con el chocolate dentro de él no es tan peligroso, y encima los dos componentes se acoplan mucho mejor.

piruleta de pan con lacasitos

Pero no, no os creáis que ahí quedó la cosa, porque al hacer los bollitos con lacasitos (¡me ha salido un pareado!) la cobertura de color se deshacía, mejor dicho, se disolvía en la masa, ¡horror!

Así que se me ocurrió bañarlos en aceite antes de meterlos en la masa, pero tampoco funcionó, porque la temperatura del horno al cocer el pan es muy alta, y de nuevo esa cobertura de color se fastidiaba, ya que se fundía.

piruleta de pan con lacasitos

Como veis menudo lío, ¡con lo fácil que hubiera sido meter unos trocitos de chocolate!, pero no, ¡yo tenía que hacerlo con lacasitos!

En fin, después de estos y otros intentos y de mucho darle a la cabeza me acordé de una receta de piruletas de pan del libro Pan de Xabier Barriga, y ¡tachaaaaaaán!¡acerté!

piruleta de pan con lacasitos

Esa era la solución, ¡una masa de pan con forma de galleta! y que se pudiera hornear a una temperatura más o menos baja, para que la cobertura de colores se conservara más o menos intacta. Y fue doble éxito, primero ¡porque conseguí mi pan con lacasitos!, y segundo, porque entre los lacasitos y el palo de piruleta en cuanto los niños lo vieron los ojos les empezaron a brillar de la emoción, y se lanzaron a ellas sin pensárselo.

Eso sí, se corre el riesgo de que algún dedillo traidor vaya cogiendo uno a uno los lacasitos y se los lleve a la boca sin el pan, pero bueno, algún riesgo hay que correr de vez en cuando, ¡vamos, digo yo!

Ingredientes:

200 g harina de fuerza
200 ml agua
5 g sal
5 g levadura prensada
50 g lacasitos o al gusto de cada uno
aceite de oliva virgen extra
palillos de brocheta

- en un bol coloco la harina y  la sal. Deslío la levadura en un poco de agua y una vez desleída la añado al resto de ingredientes, mezclo un poco y añado de golpe el resto del agua. Con unas varillas remuevo para homogeneizar, hasta obtener una especie de papilla
- tapo con un paño húmedo el bol y dejo reposar durante unos 45 minutos
- mientras reposa la masa, en otro bol pequeño añado los lacasitos y los rocío con aceite de oliva de modo que se recubran bien de aceite
- después del reposo reparto sobre una bandeja engrasada pequeñas porciones de masa, coloco el palillo y los lacasitos, hundiéndolos un poco en dicha masa
- dejo fermentar la masa unos 20 minutos
- coloco un cacharro con agua en el horno para generar vapor y caliento a 180ºC. Cuando tengo el horno bien caliente saco el agua, si aún queda algo, y meto las piruletas, horneándolas a esa temperatura hasta que se doren, lo cual depende un poco de cada horno, pero dura unos 20 minutos  o algo más

piruleta de pan con lacasitos

¡Casi se me olvidaba! Esta es la receta con la que este mes participo en Petit-On, y que ¡cómo no!, tiene como protagonista al pan.

Sugerencias:

- una de las veces que lo hice usé papel de horno y se me pegaron al papel, por lo que mejor directamente en la bandeja engrasada o en una silpat. Quizás engrasando el papel de horno con aceite no se pegue, pero yo no he hecho la prueba
- lo mejor es comerlas el mismo día, pues al ser una masa tan fina de un día para otro se secan y dejan de estar tan ricas.
- y por supuesto, si no tenéis lacasitos podéis usar chocolate
- seguro, seguro, que estáis pensando que yo que tanto digo de usar cosas naturales y voy y pico con los lacasitos. Pues os diré, que cuando se trata de niños a veces, y aunque no queramos, hay que saltarse alguna norma, ¡la excepción confirma la regla!, pero es que además los colorantes que llevan estos pequeños bombones no son tan malos, y aquí os los enumero todos, para que lo comprobéis:
E-101 de color amarillo, es la riboflavina y no hay sospechas de que pueda tener ningún riesgo para la salud
E-120 es de color rojo, cochinilla, este puede producir reacciones alérgicas (también los frutos secos y por eso no los tachamos de malos)
E-141 verde, es la clorofilina, equiparable a la clorofila
E-153 color marrón o negro, este es malo, no suele usarse en la industria alimentaria por ser un inductor del cáncer (eso es la teoría, porque en este caso parece que sí lo usan)
E-163 son antocianinas, como el jugo de bayas de sauco, llenos de antioxidantes, dan color azul o violeta
E-160-a ni más ni menos que el azafrán, rico en carotenoides y con su conocido color amarillo o anaranjado
E-171 es dióxido de titanio, no suele emplearse mucho en la fabricación de alimentos, pero si en la de pastillas, porque les proporciona opacidad
E-172 este sí, es tóxico en dosis elevadas, son óxidos o hidróxidos de hierro

En fin, no son buenos el 100% de ellos, pero creo que pasan el aprobado con creces.
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