domingo, 18 de septiembre de 2011

KETCHUP

Tomates


La primera vez que probé el ketchup tenía 21 años. Me acuerdo perfectamente, porque estaba de au pair en Londres, y también por primera vez comí una hamburguesa que no era casera. ¡Tenía tanto hambre que hubiera comido cualquier cosa!. Y es que yo al ketchup y a la mostaza les tenía manía y hasta aquel momento jamás había querido probarlos. Hoy en día me pasa lo mismo con la salsa de soja, sólo que en este caso no creo que vaya a probarla jamás, porque soy totalmente anti-soja en cualquiera de sus formas, a excepción de la lecitina, que aparece como ingrediente en muchos alimentos, como por ejemplo el chocolate,  por lo que no me queda más remedio que tragar (nunca mejor dicho).

Todos los años hago montones de salsa de tomate y lo emboto, pero desde el año pasado también hago kepchup. Por mí sería suficiente con el tomate, pero a los niños no sé lo que les pasa con el ketchup que es la panacea para hacerles comer casi de todo.

La receta del año pasado llevaba pimentón entre los ingredientes y no me gustó porque predomina demasiado su sabor y no me pega para el ketchup, así que este año he improvisado otra receta. He intentado que se pareciera al de Heinz, que es el que más me gusta, pero ya se sabe que "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia".

Aquí tenéis la receta, es fácil y rápida, ¡animaos a hacerla!, ¡seguro que os gusta!.

Ingredientes:

2 kg puré de tomate (tomate pelado y triturado)
40 g pimiento verde
1 cebolla (unos 200 g)
4 dientes de ajo
un trocito de apio ( de 6 ó 7 cm de largo)
un trocito como de 1 cm de jengibre
medio clavo
un poco de pimienta negra recién molida
2 tsp de sal (8 ó 10 g)
120 g de azúcar
75  ml de aceite de oliva virgen extra
180 ml vinagre de vino

Se  trituran todos los ingredientes, excepto el apio, hasta que nos quede un puré muy fino. Yo lo hice en una batidora de vaso, que lo tritura más que la batidora normal.
Una vez que tenemos el puré lo ponemos a cocer, añadiéndole el apio, y lo dejamos que hierva despacio durante media hora o más, hasta que alcance la consistencia que nos guste.
Cuando veamos que está suficientemente espeso, retiramos el apio y pasamos el puré por el chino o por un colador, para eliminar así las pepitas del tomate y las pieles del pimiento y la cebolla. Así obtenemos un puré muy fino, el ketchup, que a continuación envasaremos en tarros que habremos esterilizado previamente hirviéndolos en agua durante 15 minutos. Después de añadir el ketchup a los tarros, los herviremos al baño María durante al menos otros 15 minutos para hacerles el vacío.

Ketchup


Información nutricional:

- El tomate es un alimento rico en licopeno. El licopeno es un fitoquímico o fitonutriente, concretamente un carotenoide, que además de ser uno de los pigmentos que le proporcionan su color al tomate, es un gran antioxidante. Los fitoquímicos son sustancias que ayudan a las plantas a defenderse, y parece que también ejercen esta función en las personas.

- En los derivados del tomate, como el ketchup, la salsa, etc, hay más licopeno que en los tomates crudos, pues al cocerlo, el calor hace que se rompa la matriz celular donde se guarda el licopeno, quedando libre para poder ser absorbido. Además su absorción aumenta si se prepara con aceite, ya que el licopeno es liposoluble.

- El ketchup es el alimento que mayor cantidad de licopeno posee, después está la salsa de tomate, y por último el tomate fresco.

- El licopeno, por su poder antioxidante, reduce la incidencia del cáncer de próstata, vegija, cuello de útero, tumores del tracto digestivo, aterosclerosis, degeneración macular y ataques cardiacos, además de proteger a las células de la oxidación provocada por los radicales libres, con lo que se retrasa el envejecimiento  y mejora nuestra piel.

- Además los tomates también nos proporcionan agua y fibra saciante, que ayudan a controlar el apetito, así como betacaroteno, vitaminas C y E, ácido fólico, potasio cinc, hierro y calcio.

Consejos:

- Los tomates verdes no deben consumirse crudos, pues contienen una sustancia llamada solanina, que puede llegar a ser tóxica.

- Nunca desecheis el agua que sueltan los tomates al cocerlos, ya que no es sólo agua, sino una disolución de vitaminas, minerales, licopeno y demás sustancias, todas ellas beneficiosas para el organismo. Si tiramos ese agua lo que hacemos es empobrecer el tomate y perder los beneficios que nos aportan todos estos solutos.

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